Las mujeres Yukpa en Venezuela y la medicina ancestral Yukpa women in Venezuela and ancestors medicine

Angèle SAVINO 

https://doi.org/10.25965/trahs.4006

El patrimonio biocultural es la diversidad biológica y cultural inter-conectada de los pueblos indígenas trasmitidos de generación en generación. En el marco del taller “Identidad, Transmisión, Memoria”, del Congreso ALEC sobre el papel de los mayores en el siglo XXI, presenté el proyecto de la casa de la Salud de Ana María Fernández, oriunda de la comunidad Kuse en la Sierra de Perijá, Venezuela. Ella es auxiliar de salud y vocera de la asociación Oripanto Ohayapo Tuonde (Mujeres Defensoras del Territorio).
Trabajar en base a fortalecer la alimentación, prevenir enfermedades como la gripe, tener a disposición un lugar donde los indígenas puedan ser atendidos con especial atención (desde su cultura) es vital. Ana María quiere concienciar a los Yukpa que están olvidando los saberes ancestrales. Ella observa un aumento de la mortalidad infantil en su comunidad; muchas mujeres jóvenes paren en los hospitales donde son víctimas de violencia obstétrica, por ser indígenas y también por falta de insumos médicos. De ahí su deseo de implantar una casa de la salud donde las abuelas podrían enseñar a las jóvenes la tradición del parto natural. Ahí también podrían fabricar y valerse de las medicinas ancestrales en beneficio de las comunidades indígenas y en apoyo a las zonas urbanas mediante el Instituto de Patrimonio Cultural, a fin de proteger su conocimiento ancestral e impedir la biopiratería.

Biocultural heritage is the interconnected biological and cultural diversity of indigenous people, transmitted from generation to generation. In the framework of the workshop "Identity, Transmission, Memory" during the IV Alec International Network Congress Elderly People in the word in the 21st Century, I have presented the project of the Health House of Ana Maria Fernández, from the community of Kuse, in Sierra de Perijá, Venezuela. She is health assistant and spokesperson for the Oripanto Ohayapo Tuonde (Women Defenders of the Territory) association.
Working on the basis of strengthening the diet, preventing illnesses such as the flu, having a place available where indigenous people can be cared for with special attention (from their culture) is vital. Ana María wants to make the Yukpa aware that they are forgetting ancestral knowledge. She observes an increase in infant mortality. Many young women give birth in hospitals, they are victims of obstetric violence, because they are indigenous and also due to lack of medical supplies. In the Health House, the grandmothers could teach the young people the tradition of natural childbirth. Medicines could be manufactured for the benefit of indigenous rural communities and cities, through the mediation of the Institute of Cultural Heritage, in order to protect their ancestral knowledge and prevent biopiracy.

Índice

Texto completo

No quiero minería de carbón, he visto que alrededor de las minas de carbón en Guasare, los indígenas Wayuu están envenenados y muriendo por el polvo de carbón que lleva el viento. Las plantas medicinales tienen derecho a estar vivas, no queremos que nuestros ríos se sequen como el río Guasare" Sabino Romero

La planta siempre va estar allí, es el conocimiento que se pierde.
Si hay deforestación, el vuelve a nacer por qué el pajarito lo siembra, lo trae
de un lugar a otro
” (Mujer Atancha., 2021).

Sabino Romero en Chaktapa

Sabino Romero en Chaktapa

Foto: Angèle Savino, 2009

Introducción

Soy periodista, documentalista y fotógrafa, nacida en Francia. Llegué a Venezuela en 2005, como corresponsal de prensa. Allí, descubrí una historia que cambiaría mi vida. Conocí al pueblo Yukpa que vive en la Sierra de Perijá, en el Estado Zulia, cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela, y que ha estado luchando por su derecho a la vida y por sus tierras ancestrales durante años.

Comencé a filmar y tomar fotografías durante mis visitas a este lugar y, con el tiempo, me di cuenta de que era una historia poderosa que debía compartirse con el mundo. Empecé a escribir un guión para realizar un documental sobre el líder Yukpa, Sabino Romero. El cacique creció en la parte alta de la Sierra de Perijá. En los años 1960, los ganaderos expulsan a los Yukpa de sus tierras y tienen que refugiarse en la montaña, donde no hay tierras cultivables. En 2008, Sabino Romero decide romper el cerco que les impide acceder al piedemonte y se instala con su familia en las tierras fértiles que pertenecen a sus ancestros.

La constitución venezolana, aprobada en 1999, reconoce el derecho originario de los pueblos indígenas a los territorios donde han vivido siempre. El reconocimiento de este derecho comienza con un proceso de auto demarcación de los territorios históricamente ocupados por los indígenas Yukpa, en conjunto con el Estado venezolano. A partir de entonces, se intensifica la disputa sobre la propiedad de la tierra, en una región rica en recursos naturales y tradicionalmente conflictiva, debido a su proximidad con la frontera colombo-venezolana. Numerosos Yukpa son asesinados, encarcelados injustamente, maltratados, perseguidos por ganaderos y terratenientes, con la complicidad de funcionarios de las fuerzas de seguridad corruptos y grupos paramilitares. Pero, en este contexto de extrema violencia en la Sierra de Perijá, este pueblo resiste.

La película que había iniciado se interrumpe bruscamente a raíz del asesinato de Sabino Romero, en marzo de 2013. Después de su muerte, comencé a darme cuenta de que las guías reales durante mis visitas a la Sierra eran mujeres de la comunidad. En una sociedad donde los roles de género están profundamente delineados, sus voces y su participación en la lucha parecían invisibles, hasta que el vacío dejado por la muerte del cacique las hizo presentes.

Note de bas de page 1 :

Estoy reescribiendo el guión del documental desde mi regreso a Francia, en 2019.

Lo que quiero relatar es la historia1 de cinco mujeres Yukpa de la Sierra de Perijá que viajan desde Chaktapa a la comunidad de Guasama, cerca de la frontera entre Venezuela y Colombia, donde Lucía Romero se une al cacique Sabino Romero e inicia su familia. Durante este viaje, Ana María, Anita, Guillermina, Mary y Lucía testigos y protagonistas de esta historia recuerdan los momentos clave de sus vidas: la lucha por recuperar el territorio de sus antepasados, la transmisión de su herencia cultural a sus hijos e hijas, la violencia y la persecución de los terratenientes y el asesinato del cacique. El viaje termina con una celebración en torno a la tumba del héroe indígena en la que las mujeres hablarán sobre el futuro y la lucha que están desarrollando hoy para reconstruirse.

Lucia Romero con la melena cortada tras la muerte de Sabino, como lo marca la tradición.

Lucia Romero con la melena cortada tras la muerte de Sabino, como lo marca la tradición.

Foto: A. Savino, Chaktapa 2013

I- Plan de vida y auto demarcación de la tierra

Todas las tierras de los indígenas Barí y Yukpa ubicadas en el sureste del piedemonte de la Sierra de Perijá, desde el Poblado el Llano al norte del río Apón hasta el norte del Río de Oro, han sido entregadas para que se conviertan en concesiones mineras. La Sierra de Perijá es un área geográfica situada al final del Cerrejón colombiano, la mayor mina de carbón a cielo abierto de América latina y una de las más grandes del mundo. Esta zona contiene carbón de alta calidad, que se vende más caro, pero no solo hay carbón, también hay uranio, cal y petróleo.

Con motivo de un informe que realicé con la antropóloga Kelys Amundaray, en 2009, a petición de la ONG Survival, concluimos que la definición del término indígena o la de pueblos o naciones indígenas, solo se construye a partir del reconocimiento de que poseen un territorio, directamente relacionado con su vida biológica y cultural. Sin territorio no se pueden aplicar los conceptos de naciones o pueblos diferenciados poseedores de derechos internacionalmente reconocidos. Esta relación íntima y consustanciada entre indígena con sus tierras, territorios o hábitat y recursos naturales ha servido de soporte jurídico para relacionar el derecho a la vida de las naciones o pueblos indígenas con el derecho a la tierra o territorio, que, además determina los derechos a la libre determinación y a la autonomía.

Entre 2005 y 2009, el estado venezolano demarca 3 % de los territorios indígenas. Como consecuencia, los pueblos indígenas empiezan su proceso de auto-demarcación. En el 2010, durante la detención del cacique Sabino Romero, estudiantes de la Universidad de Los Andes realizaron con la Comunidad de Chaktapa un Plan de Vida que constituye una herramienta para fortalecer la dinámica territorial en un espacio recuperado por esta comunidad, la cual anteriormente vivía replegada en las montañas:

La diferencia entre demarcación y auto demarcación es compleja no solo porque el deslinde es efectuado por los propios sujetos de derecho, sino porque hasta ahora el proceso es más expedito y adecuado para satisfacer las demandas territoriales: se deslinda bajo una visión indígena y no agraria, según su uso ancestral indígena, llevando a cabo deslindes de territorios continuos y no fragmentados. La continuidad territorial nos permite tener una relación entre lo que se deslinda, lo que refleja el mapa mental y lo que se titula, es decir la propiedad colectiva. En la Sierra, se llevó este proceso de demarcación para reivindicar los derechos territoriales de los pueblos ancestrales, violado a través de la historia: demarcar a partir de territorios fragmentados también implica una suerte de genocidio cultural (Plan de Vida Yukpa, 2010).

Este trabajo de investigación, así como las entrevistas que realicé con las mujeres Yukpa de la asociación Oripanto Ohayapo Tuonde, desembocaron hacia el actual plan de vida de la asociación de mujeres Yukpa, enfocado en el desarrollo de varios proyectos socio productivos, entre los cuales, una casa de la salud.

II- Génesis de la asociación de Mujeres Yukpa Oripanto Ohayapo Tuonde

Tuve un sueño”, me dijo al despertar una mañana de septiembre 2013 en mi apartamento de Caracas, la hija de Sabino Romero, Zenaida Romero: “Estaba mi papá que hablaba de la lucha. Una abuela llegó y le cantó una canción en Yukpa. El canto le gustó. Ella nos decía que debíamos salvar nuestra cultura, que no la perdiéramos”. En 2012, ella ya había comenzado a retomar la lucha de su padre y había expresado el deseo de crear una asociación de mujeres: «Oripanto Ohayapo Tuonde » (Mujeres defensoras del Territorio). Se había ido a la ONU, en mayo, para exponer el caso de los Yukpa. Allí, conoce a otras mujeres indígenas víctimas del apetito voraz de las transnacionales.

Atenea Jiménez, militante de la red nacional de comuneras y comuneros, se interesa por su asociación y le informa acerca de una ley que obliga al Ministerio de Agricultura a transferir, en forma de subvención, una parte de los fondos invertidos para la producción agrícola, lo que podía permitir a las mujeres de Chaktapa no depender del marido y recibir al mismo tiempo ayudas del Estado, con el fin de concebir su propio plan de vida - las mujeres de la comunidad siendo también capaces de transformar los prados de los ganaderos en terrenos fértiles, para cultivar la yuca, la piña, el aguacate, el plátano, la caña de azúcar y el ñame.

Note de bas de page 2 :

El 24 de junio de 2014, un militar, pagado por terratenientes, asesina a su hermano.

“La lucha no es sólo por el territorio; las mujeres tienen reivindicaciones particulares en una comunidad en la que las mujeres sufren más que los hombres”, me decía Zenaida. Luego, ella migró a Colombia con su familia y Ana María Fernández2, hija de la cacica Anita Fernández, consolidó el sueño de asociación de las mujeres Yukpa, y se convirtió en su vocera principal.

III- La casa de la salud

El artículo 122 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela señala que los Pueblos Indígenas “tienen derecho a una salud integral que considere sus prácticas y culturas. El Estado reconocerá su medicina tradicional y las terapias complementarias con sujeción a principios bioéticos”. Ahora bien, la etnocartografia realizada en el marco del plan de vida de 2010 por los Yukpa, representación espacial de la dinámica territorial que esta comunidad pretende desarrollar sobre su territorio en su relación cultural con la naturaleza especifica que debe considerarse una zona para cultivar las tierras, un espacio dedicado a la caza y a la pesca, los lugares sagrados y la zona de proyecto donde la casa de la salud desempeña un papel clave.

Note de bas de page 3 :

A largo plazo se planeaba que el enfermero o médico fuera Yukpa.

Así que se diseñan unos viveros medicinales con la finalidad de reproducir nuevamente las plantas medicinales. También exige la comunidad la construcción de un ambulatorio de primeros auxilios3, pues manifiestan que muchos indígenas han muerto por mordeduras de culebra en el que se practicaría la medicina convencional conjuntamente con la tradicional indígena.

Durante un viaje realizado en mayo 2013, después del asesinato de Sabino Romero, Ana María me mostró una casa abandonada, donde antes pernoctaba uno de los sicarios de sus hermanos. Allí mismo, podría renacer la vida, en Kuse, una comunidad cerca de Chaktapa, donde vive su madre Anita Fernández, prima de Sabino Romero.

Sin embargo, una década más tarde sigue siendo un proyecto con el que contínua soñando Ana María Fernández, auxiliar de salud en el hospital de la ciudad ganadera de Machiques, en la parte reservada a los Pueblos Indígenas: “Mi sueño es construir una casa de la salud, primero para preservar la medicina ancestral, y sembrar nuevamente estas plantas allí, porque esta tradición está desapareciendo.”

1- Las plantas medicinales

El patrimonio biocultural es la diversidad biológica y cultural inter-conectada de los pueblos indígenas y comunidades locales: abarca desde semillas a paisajes, desde conocimientos a los valores espirituales trasmitidos de generación en generación. Los profundos conocimientos que han acumulado los pueblos indígenas a través de la historia tienen fundamentos en sus creencias y en su forma de ver y entender la vida. Se valen de la medicina tradicional, aprovechando las propiedades curativas de los recursos naturales, para liberar enfermedades físicas y “del alma”, manifestaciones de un desajuste del individuo, de la familia o de la comunidad a la que pertenece:

En el 2013, conozco a José Martínez Romero, el enfermero del pueblo, quien me comenta:

el padre de Sabino, José Manuel Romero, también fue asesinado por los ganaderos, fue pegado a muerte. Enseñaba a Sabino, como curar a la gente con plantas medicinales. Porque era originario de la parte alta de Sierra.

Note de bas de page 4 :

Fue asesinado en junio de 2013 por indígenas pagados por algunos terratenientes.

Note de bas de page 5 :

Atancha: término yukpa que designa a los antepasados o los abuelos.

Luego, me presenta a Antonio Romero4, uno de los últimos Atancha5, que me explica el uso de cada planta.

Note de bas de page 6 :

Reportaje para la radio France Inter sobre los Atanchas, ilustrado con un fotomontaje de mis fotografías en la Sierra de Perijá: https://vimeo.com/636949524

La raíz de esta planta se usa para tratar la diarrea. Cuando una persona siente dolor en el estómago, se corta la raíz, se ralla. Es una planta nativa, no es como la medicina de la ciudad. Con esta planta podemos curar a niños y adultos. Lo mezclamos con agua y lo bebemos en un vaso. Hay otra planta cuando tienes malestar estomacal llamada Kunun Yapa. También rallamos las raíces y lo bebemos con agua. Las hojas también se utilizan para tratar el dolor. Podemos darnos un baño con las hojas (Antonio Romero, 2013). 6

El Atancha (abuelo yukpa) Antonio Romero con una planta medicinal

El Atancha (abuelo yukpa) Antonio Romero con una planta medicinal

Foto: A. Savino, Guasama, 2013

Asismismo, José Antonio Romero, hijo de otro Atancha precisa:

Mis abuelos me dijeron que cuando los blancos, los ganaderos, vinieron aquí, fumigaron todo, yuca y hierbas medicinales con aviones. Trajeron a los negros y se llevaron a las mujeres indígenas y el oro que había aquí. Yo, gracias a Dios, aprendí un poco de mi abuela. Me dijo que esto se usaba para tratar la diarrea, esto para ahuyentar a los espíritus malignos. Si llega un hombre blanco y me pregunta: "y esta planta, ¿para qué sirve?" ", Y si le respondo," es para curar los dolores de cabeza ", pues tengo la impresión de traicionar mi cultura. Como socialista, le enseño a la gente lo que sé, pero es muy delicado, como decía mi abuela, no se puede hablar del secreto de todas las plantas (José Antonio Romero, 2013).

El uso de la medicina tradicional se ha hecho extensivo a las personas mayores que conservan este conocimiento y lo transmiten de generación en generación. Es innegable que los conocimientos sobre botánica de los pueblos indígenas han favorecido la comprensión de las enfermedades y de igual forma la preservación de la salud individual y social. Una sola planta medicinal puede contener una gran cantidad de principios activos lo que indica la complejidad y la riqueza bioquímica que se encuentra en la naturaleza. Comenta una mujer Atancha:

Note de bas de page 7 :

Piaya, significa remedio en idioma yukpa. Antes los Yukpa no tenían la medicina tradicional. Hay un malo espíritu, hablamos de carao, es el diablo que nos viene a buscar para matarnos o secuestrar nuestro corazón. Cuando estamos dormidos el espíritu viene a hablarnos. Hay que arrancar la planta para que el malo espíritu se asuste y vuelva el espíritu sano” (Sabino Romero, 2012).

Les voy a mostrar las plantas para el dolor de columna, para la fiebre para la glicemia, azúcar en la sangre y cálculos en los riñones, cuando la persona está orinando poco, tiene infección urinaria. Hay una planta que se párese al ñame y sirve para la hernia. Hay parásitos que están en la tierra que causan hongos. Dónde yo vivo y cultivo mi comida, hay plantas medicinales piaya7. Yo le enseñé a mi hija Yanibel la planta para curar las llagas en la boca, porque mi sobrino Jairo se le enfermó su niña. Le salió llagas en la boca y ya la niña no quería comer, yo pensé que se iba a morir y le dije a mi hija: “busca esta planta y vamos a curarla y se curó”.
 
Se pierde el conocimiento de las plantas porque los jóvenes de hoy en día no preguntan a su mamá o a su abuelo atancha. Ustedes mis hijos y nietos van a aprender de piaya. Antes de morirme yo les voy a enseñar a ustedes antes que se pierda el conocimiento. Alrededor de la casa de mi hija hay plantas medicinales piaya, pero ella sabe muy poco sobre plantas medicinales, es importante saber reconocer una piaya para que no gastemos mucho dinero cuando se enferma. Los médicos te recetan jarabe para la fiebre, pero porque no conocen las plantas medicinales para la fiebre. Los watia, criollo blanco, quieren dinero plata por su jarabe, pero nosotros sabemos de esas plantas para la fiebre están por aquí mismo. Ustedes gastan mucha plata en medicamento de watia de los blancos. Hay personas que se ponen grave por no confiar en nuestras plantas por no querer tomar planta se van al hospital y se mueren. En estos días, el hijo de Jairo le dio paludismo, yo le dije que había plantas para el paludismo y el hijo de Jairo se recuperó sin necesidad de ir al médico.
 
Quedan pocos atanchas: el abuelo Luis y la abuela, tu tío cuñado de Melania, mi yerno, la ahijada de Anita que es mi hija, tu Anita y yo. Hay siete atancha que saben de plantas aquí en esta comunidad. En San José de Oropshi en la zona del Tukuko, Chaparro, Guasama otro lado atanchas hay más viejos más conocedores de Piaya. No sé cuánto quedan exacto, solo sé que ya quedan pocos se han ido muriendo. La familia de mi mamá que eran Atancha se fueron desapareciendo. Hay que creer en la planta, no desconfiar. La planta no se siembra, ella siempre va a estar allí, lo que se pierde es el conocimiento. Mi hija Yajaira, está pidiendo planta yo la bañé con piaya planta y se curó, por eso ustedes Mileni, Yaqui, Yanibel tienen que aprender de sus abuelos abuela y tío. Si hay deforestación, la planta vuelve a nacer por qué el pajarito lo siembra, lo trae de un lugar a otro por eso ella nunca se acaba (Mujer Atancha, 2021)

Abuela Yukpa de la comunidad de Guasama

Abuela Yukpa de la comunidad de Guasama

Foto: A. Savino, 2013

2- El parto natural indígena

La esposa de José Martínez acaba de dar a luz; el enfermero le prepara la kuna piaya “la planta del agua”, que sirve para cicatrizar el ombligo del bebe. Cuenta la partera:

Note de bas de page 8 :

Reportaje para la radio France Inter sobre los Atanchas, ilustrado con un fotomontaje de mis fotografías en la Sierra de Perijá: https://vimeo.com/636949524

Hay tres formas de dar a luz a una mujer. O está de pie, se agarra a la rama de un árbol y empuja, o sin la ayuda de la rama, o la levanto al nivel del cinturón para que salga el bebé y dé a luz en cuclillas. Esta vez, la ayudé a parir en cuclillas levantándola dos veces, y el bebé salió fácilmente (Partera, 2013).8

En noviembre de 2018, durante un encuentro nacional de Mujeres, llamado “VenezuELLA”. dos talleres sobre medicina ancestral y parto natural y sobre la violencia contra las mujeres Yukpa, son organizados. Ana María recalca que muchas jóvenes que paren en los hospitales, son víctimas de maltrato físico y verbal:

Note de bas de page 9 :

Existe también otra piaya que ayuda a esterilizar a las mujeres. Cuando han tenido por lo menos 8 hijos, toman esta bebida que se llama cuene, “ojo de buitre”.

Al llegar al hospital, el personal les dicen “deja de quejarte, no tienes dolor. Entonces avanzan intimidadas. Para que estén atendida tienen que estar doblada, tienen que gritar. Pero nosotros los Yukpa, somos muy resistentes. Es importante rescatar el parto natural porque ahora las mujeres yukpa quieren parir en el hospital y ven el maltrato que hay, primero por ser indígena, segundo porque para dar a luz en un hospital se necesita muchas cosas. A veces oriento a las compas yukpa que van a dar a luz; les digo que deberíamos rescatar a las abuelas, que ya quedan poco que atienden partos. Se quieren olvidar de la tradición. Anteriormente no había cesaría. Todo era por parto natural y ahora veo que hay mortalidad de niños indígenas, después de partos en hospitales. Estrago líquido que le falta, no hacen el trabajo de parto. Me duele como indígena cuando veo que una paisana se le muere el bebe porque no la atendieron. Y nosotros teniendo conocimientos de nuestros ancestros, nuestros Atanchas, como hacían nuestros Atanchas, como le cortaban el ombligo. En estos días parió una yukpa sola, no hace falta tener un médico al lado para atender un parto. Los yukpa se acostumbran a la medicina occidental, hemos olvidado las tomas de las bebidas con piaya9.
 
Queremos que las jóvenes ellas mismas aprendan con los Atanchas, a atender el parto en la comunidad. Algunos yukpa no quieren aceptar que tenemos remedios. Tenemos que explicar a nuestros compas yukpa que la medicina ancestral es buena, que nosotros tenemos nuestra propia cultura (Ana María Fernández, 2020).

Una mujer watia criolla, asesora en lactancia, concernida por el testimonio de Ana María:

Estamos luchando por el "piel con piel" en el momento del nacimiento, que el sistema de salud nos está robando. La camarada dijo que había tenido una cesárea. Debió haber visto a su bebé 24 horas después y seguramente tuvo que ser alimentada con biberón. Nos enfrentamos constantemente a este sistema de salud, porque a pesar de las políticas del gobierno, sigue siendo opresivo, especialmente para nosotras las mujeres, especialmente en esta etapa mágica y hermosa del parto, y que nos roban. Tuve que lidiar con mi obstetra y mi pediatra. El pediatra me dijo "¿qué haces aquí, si eres enemigo del sistema de salud?" Le digo, no soy enemiga "pero si estoy a favor del intercambio de conocimientos, y si puedo dejar de darle una droga farmacéutica a mi hijo y reemplazarlo con algún otro remedio natural, lo haré (Mujer participante en VenezuELLA, 2018).

Note de bas de page 10 :

Retomar la práctica del parto ancestral es de vital importancia en la Sierra de Perijá. En el video https://vimeo.com/636949242, Lucía Romero cuenta cómo ayuda a parir a las mujeres

El parto ancestral se entiende como un desarrollo en la aplicación de la humanización del parto en materia de interculturalidad, reconociendo las formas culturales de parto dentro de una institución pública. El parto vertical, se asocia con una reducción notable del dolor y de la duración de la fase inicial del parto, favoreciendo la salida del niño. Dar a luz de cuclillas es la forma ancestral de cómo venimos al mundo y una práctica que las mujeres indígenas aprendieron de sus madres y abuelas en casa. Es importante articular los conocimientos ancestrales a las prácticas científicas y reconocer, en el caso de la obstetricia, que el parto no es solo una técnica para que nazcan niños sanos, sino una experiencia vital para las mujeres que incluye cambios en su cuerpo; su estado anímico y psicológico; su sexualidad y sus condiciones de vida. Sin embargo, las parteras, patrimonio de la humanidad, son cada vez más escasas. Frente a la violencia obstétrica y el racismo contra las mujeres indígenas en los hospitales, retomar la práctica del parto ancestral con el uso de plantas medicinales - bien sea para el dolor, la cicatrización del ombligo o las hemorragias - es de vital importancia en la Sierra de Perijá10.

Mi hija perdió mucho sangre después del parto. Buscó plantas en el patio de la casa. “Ella no sabía que esta piaya estaba allí. Por eso yo voy a estar pendiente de mis hijas cuando van a parir. Yo le dije a su esposo Pachin que no saque a mi hija para el hospital de Watia. Le dije a mi hija que la planta está debajo de la mata del aguacate (mujer Atancha, 2021).

3- El conuco, como estrategia de resistencia

Hoy día, los sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes de los pueblos indígenas están en riesgo. Durante cientos de años, éstos han sido una fuente de alimentos y medicinas ; sin embargo, hoy se ven amenazados por la marginación, el cambio climático, la invasión de sus territorios, las industrias extractivas, la expansión de la agricultura y la ganadería.

El conuco, parcela pequeña de tierra destinada al cultivo de frutos menores, casi sin regadía, ni laboreo, es un elemento básico sanitario de los pueblos indígenas. Es una actividad económica practicada por los pueblos indígenas desde miles de años. Ana María Fernández, explica con su bebe en los brazos, porque es necesario recuperar la siembra en la comunidad, para alimentar a los niños:

Antes, los Atanchas daban comida ancestral, cuando el niño tenia cinco o seis meses, les empezaban a dar ocumo, ñame, chicha de yuca. Ahora se ha ido perdiendo en nuestras comunidades. Ahora recurren a tratamiento occidental. Entonces, no lo alimentan bien. La crema de arroz da mucho parasito. Que es sano para un bebe recién nacido, una yuca sembrada en el suelo, hacer una chicha con eso, no le va caer mal, más bien se pone gordito (A.M Fernández, 2018).

Anita Fernández resalta que, según la tradición Yukpa, los niños aprenden a sembrar con los adultos desde la infancia.

Después de trabajar una hectárea se quema la tierra. Donde estamos nosotros en Kuse, es una tierra buena. Después de que se queme, se siembra maíz, yuca, plátano. Dos semanas después se limpia la yuca y maíz, va creciendo solo. Estamos todos pendiente del conuco: las mujeres, niños, los adolescentes. Todos aprenden a sembrar para que vayan creciendo con este conocimiento, estamos así con los niños. No queremos que saquen el carbón, porque se echa a perder el conuco, se seca la mata, el rio, se mueren los animales. Ya después no se puede sembrar allí. Y pa’ donde vamos a comer después? Nosotros criamos animales, cocino, chivo, y hacemos queso, echamos el mismo cuajo de la vaca sin químico. Nadie se va enfermar, siempre estamos sanos (Anita Fernández, 2018).

4- Las mujeres Yukpa frente al Covid 19 

El 5 de septiembre de 2020, día internacional de la Mujer Indígena, Ana María participó en el evento virtual internacional VenezuELLA, en el cual contó la historia de Sabino Romero, de sus hermanos y su lucha por la tierra. Terminó su intervención frente a decenas de mujeres indígenas del mundo entero, con una invitación a retomar en Venezuela la práctica de la medicina ancestral indígena; aludió también a la Casa de la Salud:

El proyecto de la casa de la salud se suspendió por la crisis sanitaria. No hay presupuesto, tenemos que retomar este proyecto. Pero la crisis sanitaria no ha afectado el vínculo entre las mujeres. Con la pandemia estamos más unidas, como mujeres y madres. Siempre conversamos de la situación. Como nos fortalecernos haciendo nuestro propio cultivo, no esperando que nos lleven la bolsa de comida. A veces voy a la comunidad, me consigo a cuatro o cinco mujeres y vamos hablando. Mi hermano también recibió el apoyo de 30 caciques. Antes estábamos muy desunidos. Ahora hay más comunicación entre nosotros (Ana María Fernández, 2020).

En el contexto de la crisis sanitaria, se resaltó mucho el papel de los Pueblos Indígenas para sanar la tierra. Ante la pandemia por Covid-19, los pueblos indígenas han venido desarrollando estrategias de prevención y enfrentamiento que incluyen cierre de sus fronteras, reforzamiento del uso de sus formas de sanación tradicional y activación de redes de solidaridad.

Hay un remedio que se llama majuria. Se corta, huele feo como el mapurite, te tienes que esconder. La majuria se quema en el hogar y el humo del majuria se va lejos con la enfermedad. El Coronavirus mató a mucha gente por inocencia, nosotros los atanchas conocemos de esas plantas medicinales. El Coronavirus es una gripe. Hay remedios; ustedes no lo saben, yo si lo sé. Nos curamos de esa gripe Coronavirus con plantas medicinales por esos que los yukpa no han muerto. Cuando el tiempo está nublado no podemos caminar eso atrae muchas enfermedades (Mujer Atancha, 2021).

5- La protección del conocimiento indígena contra la biopirateria

La mayoría de las plantas medicinales crecen en la parte alta de la montaña, de manera natural. Aunque el cambio climático y la contaminación del suelo por actividades ganaderas no facilita la siembra en el piedemonte, un ambulatorio en la comunidad de Kuse, podría ser un espacio de encuentro entre las generaciones, de transmisión de conocimiento ancestral y de convivencia con los abuelos y las abuelas Yukpa - Atanchas que viven en la parte alta de la Sierra de Perijá.

Se podrían organizar jornadas de formación con los abuelos que bajarían a la cuenca del Rio Yaza, para contar en su idioma los beneficios de la medicina tradicional.

Dicha actividad cumpliría en ese caso con el artículo 123 de la Constitución:

Los Pueblos Indígenas tienen derecho a mantener y promover sus propias practicas económicas basadas en la reciprocidad, la solidaridad y el intercambio; sus actividades productivas tradicionales, su participación en la economía nacional y a definir sus prioridades.

Conclusión

Con su proyecto de casa de la salud, Ana María se está acercando nuevamente a la cultura de los abuelos “los Atanchas”, su cultura. Intenta preservar los valores ancestrales de sus antepasados, creando puentes entre las generaciones a través de las plantas.

Cuando mataron a mis hermanos por haber defendido nuestra tierra, creamos la asociación de mujeres. Crecí en Maracaibo. Por el medio de mis estudios, me fui aislando de mi cultura. Yo venía de esta cultura, pero yo misma la estaba abandonando, como otros paisanos de nosotros. Nosotros podemos estudiar pero nunca abandonar la cultura de nosotros, nunca avergonzarnos de nuestra cultura (Ana María Fernández, 2018).

Niños de la Comunidad Kuse

Niños de la Comunidad Kuse

Foto: A. Savino, 2018

Prefiero provocar la realidad con la presencia de la cámara
que filmar la realidad tal como es”
Jean Rouch