Ceuta a pie de muro: hacia una aproximación de la frontera hispano-marroquí Ceuta at the foot of the wall: towards an approximation of the spanish-moroccan border

Alicia Fernández García 

https://doi.org/10.25965/trahs.2416

Enclave extra-péninsulaire, isolée mais stratégique, Ceuta est devenue une ville-frontière hispano-marocaine sous haute tension ainsi qu’une forteresse européenne soumise à une forte pression migratoire. La construction d’un mur de séparation, l’édification de barbelés, de clôtures et de tours de contrôle donnent à voir un paysage urbain où la notion de frontière est omniprésente. Une démarcation territoriale qui véhicule aussi une démarcation humaine, car la frontière à Ceuta divise, stigmatisant ceux qui sont du mauvais côté, brisant aussi les rapports interculturels qui semblent avoir été naturels dans et autour de cette enclave. Elle limite également la présence des Marocains des alentours dans la ville, générant ainsi des migrations pendulaires quotidiennes de part et d’autre de cette frontière. L’étude des dynamiques frontalières à Ceuta proposée dans cet article nous permettra de mieux mesurer leurs impacts et leur portée.

Enclave extra peninsular, aislado pero estratégico, Ceuta se ha convertido en una ciudad-frontera hispano-marroquí bajo presión así como en una fortaleza europea sometida a una fuerte presión migratoria. La construcción de un muro de separación, la edificación de alambradas, vallas y torres de control dan a ver un paisaje urbano en el que la noción de frontera es omnipresente. Una demarcación territorial que vehicula también una demarcación humana ya que la frontera en Ceuta divide, estigmatizando a aquellos que están del lado malo, rompiendo también las relaciones interculturales que parecen haber sido naturales en y alrededor de este enclave. La frontera limita igualmente la presencia de marroquíes de los alrededores en la ciudad, generando así migraciones pendulares cotidianas de un lado y del otro de esta frontera. El estudio de las dinámicas fronterizas en Ceuta propuesto en este artículo nos permitirá mejor calibrar sus impactos y alcances.

Enclave extra-peninsular isolado, mas estratégico, Ceuta se tornou uma cidade fronteiriça marroquina-espanhola sob pressão, assim como uma fortaleza européia sujeita a uma forte pressão migratória. A construção de um muro de separação, a édificação de arame farpado, cercas e torres de controle revelam uma paisagem urbana na qual a noção de fronteira é onipresente. Uma demarcação territorial que também transmite uma demarcação humana dado que a fronteira em Ceuta divide, estigmatizando aqueles que estão do lado errado, rompendo também as relações interculturais que parecem ter sido naturais dentro e ao redor deste enclave. A fronteira também limita a presença de marroquinos do entorno na cidado, gerando migrações pendulares diárias de um lado e do outro desta fronteira. O estudo das dinâmicas fronteiriças em Ceuta, proposto neste artigo, permitirá medir melhor o seus impactos e os seus alcances.

Extra-peninsular enclave, isolated but strategic, Ceuta became a Spanish-Moroccan border town under high tension, as well as a European fortress subject to strong migratory tension. The construction of a separation wall, of barbed wire, fences and control towers, show an urban landscape where the notion of border is omnipresent. A territorial demarcation which also conveys a human demarcation, because Ceuta’s border divides, stigmatizing those who are on the wrong side, also breaking the intercultural relationships that seem to have been natural in and around this enclave. It also limits the presence of local Moroccans in the city, thus generating daily commuters’ migrations on both sides of this border. The study of border dynamics in Ceuta proposed in this article, will allow us to better measure their impact and reach.

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Note de bas de page 1 :

Ayudas provenientes de los programas de desarrollo regionales también llamados Fondo europeo de desarrollo regional.

Desde los años 1980, la gestión de los flujos migratorios se ha convertido en un desafío mayor para los países miembros de la UE. La libre circulación en el espacio Schengen les ha empujado a incrementar el control en las fronteras, sometiendo a contribución a aquellos estados candidatos a la UE a cambio de la obtención de ayudas para el desarrollo de sus regiones1. Este ha sido el caso de España que ha tenido que reforzar el control en su frontera sur hasta militarizarla y restringir así las migraciones.

Ceuta, ciudad de apenas 20km2 y con una población oficial de unos 84 843 habitantes, ha conocido el establecimiento progresivo de una población de origen no peninsular, principalmente marroquí, y desde los años 90, se ha convertido en un “hot spots” de la política de control de las fronteras, debido a las olas migratorias recurrentes de jóvenes subsaharianos y magrebíes que intentan penetrar en suelo ceutí, viendo en este territorio una puerta de entrada en España y hacia Europa. Pero la frontera de Ceuta es también un espacio-recurso para la ciudad y para los numerosos vecinos marroquíes, así como un lugar privilegiado de elusión y de ilegalidad.

Este artículo intentará estudiar la situación de frontera de Ceuta, situada en medio de dos continentes que presentan fuertes disparidades como son Europa y África; una ciudad que padece igualmente de enormes desigualdades sociales. De esta manera, ¿cómo se vive en el enclave español de Ceuta? ¿cuáles son las principales dinámicas existentes en su frontera? ¿cuáles son los retos estratégicos, económicos y sociales de este muro de separación entre Marruecos y España?

Para responder a estas problemáticas, esta contribución se apoya en un importante trabajo de terreno realizado entre octubre 2015 y septiembre 2019. La consulta de numerosos artículos extraídos de la prensa local y nacional completan las fuentes metodológicas de esta investigación. A partir de este material empírico y documental, este trabajo se organizará en dos partes. En primer lugar, trataré de estudiar Ceuta desde un punto de vista demográfico con el objetivo de demostrar cómo, debido a su situación geográfica estratégica, la ciudad se ha convertido a lo largo de los siglos en tierra de acogida. En la segunda parte, realizaré una radiografía de la frontera de Ceuta lo que me permitirá evaluar el impacto social ejercido por la presión migratoria, así como las repercusiones y el alcance de la economía de la frontera.

1. La población de Ceuta: aspectos demográficos de una ciudad de culturas

Ciudad-frontera confrontada a un flujo importante de inmigración clandestina, Ceuta es también una sociedad plural en la que conviven desde hace siglos judíos, musulmanes, hindúes y cristianos. Ceuta condensa así todos los desafíos de las sociedades multiculturales contemporáneas.

1.1. El enclave de Ceuta: una tierra de acogida

La existencia secular de cuatro culturas en el perímetro reducido de Ceuta ha hecho de este enclave español situado en Marruecos un ejemplo de convivencia y de tolerancia entre los pueblos. Desde finales del siglo XIX, la presión demográfica ejercida por los marroquíes vecinos ha dado lugar progresivamente a una sociedad culturalmente y lingüísticamente mezclada. Aparte de la comunidad de origen peninsular, que constituye casi el 59% de su población, coexisten otras tres comunidades culturales y religiosas: una comunidad originaria de Marruecos (40%), una comunidad judía (0,5%) (Klecker de Elizalde, 1997: 63) cuyo peso demográfico ha disminuido a lo largo de los años, pero que sigue ocupando un papel central en la economía de la ciudad y, por último, una población hindú de apenas un centenar de personas cuya llegada a la ciudad se remonta a los años 50 (Fernández García, 2017: 160-163)

Note de bas de page 2 :

Tras un armisticio de poco más de un mes, el 26 de abril de 1860 España y Marruecos firman el tratado de Wad-Ras que pone fin a la llamada Primera Guerra de África (1859-1860).

Contrariamente a lo que ha ocurrido en España que ha pasado del estatuto de país de emigración durante los años 50-60 para convertirse en tierra de acogida y país receptor de inmigrantes a partir de los años 80 (Chaput, Galeote, LLombart Huesca, Pujol Berché, Tur, 2015), las migraciones en la ciudad de Ceuta tienen un carácter secular y están estrechamente vinculadas a su situación geográfica estratégica. Así, la presencia de judíos tiene, por ejemplo, su origen en el siglo XI. Por su parte, la instalación de personas provenientes del vecino Marruecos data del tratado de paz hispano-marroquí de 18602.

A partir de esta fecha, Ceuta conoció la instalación espontánea y alentada por las treguas, de los que en aquella época eran considerados como “moros de paz”, término utilizado para referirse a los musulmanes. Otro momento bisagra de la evolución demográfica de Ceuta se sitúa en 1912 tras la proclamación del protectorado español en Marruecos. Un momento histórico que estuvo acompañado de un importante dispositivo de repoblación, debido en gran medida a la atracción ejercida por la existencia de minas de hierro, plomo, manganeso y antimonio en el territorio en el que se asentaba dicho Protectorado (Salueña, 2007: 9).

Note de bas de page 3 :

Bernabé López García, “Cien años mal conocidos”, Al servicio del Protectorado. España en Marruecos 1912-1956, Instituto de Historia y Cultura Militar-Ministerio de Defensa, Madrid, 2012, p. 91-96.

Sin embargo, la independencia de Marruecos en 1956 y el final del llamado popularmente “Marruecos español” trajeron consigo una tendencia demográfica inversa con el declive de la población de origen peninsular. La sangría demográfica provocada por el retorno de los españoles se hizo sentir en Marruecos en general ya que diez años después de la declaración de Independencia, la población española fue dividida por dos3, pero afectó particularmente al enclave de Ceuta que se vació. Sin embargo, este vacío dejado por la salida de peninsulares fue rápidamente colmado por la llegada y el asentamiento de una población de origen marroquí, proveniente de los alrededores.

1.2. La población de origen marroquí de Ceuta y su lento reconocimiento

La proximidad de Marruecos, la existencia de una historia común hecha de rivalidades, pero también de períodos de entendimiento y de intercambios e incluso la aridez y pobreza del Rif han contribuido al aumento del número de personas originarias de las regiones vecinas, cuya presencia en Ceuta remonta como ya lo hemos señalado al siglo XIX. Como muestra de este hermanamiento forjado por más de cuatro décadas de historia en común y consolidado por la geografía, cabe mencionar la metáfora utilizada por el sultán Hassan I “Marruecos y España son dedos de una misma mano”, para evocar el espíritu de cooperación existente entre ambos países (Martínez & González, 2012: 10).

Un colectivo que se ha convertido numéricamente, en la segunda comunidad de la ciudad y que comparte, junto con las otras comunidades, un fuerte repliegue comunitario vehiculado por el referente étnico-religioso de “musulmán” (Stallaert, 1998 : 143-147). En efecto, la religión se ha transformado en Ceuta en un referente identitario fuerte y en el rasgo estigmático de la pertenencia (Fernández García, 2017: 59). En este enclave español la religión se eleva al rango de institución capaz de federar la construcción identitaria de los habitantes y condicionar las interacciones cotidianas (Saint-Blancat, 2004: 235-247).

Note de bas de page 4 :

“La Policía detecto más de 800 fraudes en el padrón de 2018”, Ceutaaldia, 28/12/18; “La Policía Local ha detectado más de 4 000 fraudes en el censo desde 2013”, Ceutaaldia, 28/9/18.

Desde un punto de vista demográfico, podemos establecer tres categorías para estudiar este colectivo de origen marroquí: en primer lugar, tenemos los nacidos en Ceuta que distinguiremos de aquellos cuya instalación es reciente y también de aquellos que viven clandestinamente en la ciudad. A estas tres categorías, habría que sumar una última constituida por la población musulmana fluctuante, como consecuencia de las migraciones pendulares diarias y que se cree que superan las 25 000 personas. La permeabilidad de la frontera hispano-marroquí dificulta el recuento demográfico sobre todo de este colectivo originario de Marruecos, y las estadísticas, que no son oficiales, varían de una fuente a otra. Por otro lado, las cifras demográficas en el enclave de Ceuta son a menudo sinónimo de fraudes y subestimaciones. A este respecto citaremos los sucesivos escándalos provocados por el control del censo electoral que se lleva a cabo desde el año 2013. Así, entre 2013 y 2018 y según los datos publicados por la Policía Local y anunciados por Jacob Hachuel, consejero de Gobernación, casi 5 000 casos de empadronamientos sospechosos han sido destapados4.

Note de bas de page 5 :

Las entrevistas llevadas a cabo en Ceuta tuvieron lugar en julio del 2019.

Note de bas de page 6 :

“Emvicesa sospecha de fraudes en 19 VPO y reclama la colaboración vecinal”, El Faro de Ceuta, 28/2/18.

A las dificultades generadas por la imposibilidad de manejar cifras verídicas debido en parte al alcance de estos “falsos vecinos”, también hay que añadir la existencia de un fraude consentido por parte de los políticos locales que no dudan en recurrir al clientelismo electoral. Citaremos a este respecto el testimonio de varios entrevistados que me afirman que en la ciudad se intercambian votos por trabajos en los planes de empleo5; evocaremos también el escándalo suscitado por la adjudicación fraudulenta de pisos de protección oficial6. Pese a la nebulosa que rodea las estadísticas demográficas en Ceuta, la siguiente tabla nos muestra la importancia numérica que ha ido adquiriendo el colectivo de españoles de origen marroquí cuya presencia se ha reforzado considerablemente a partir del año 1986.

Note de bas de page 7 :

También conocida como ley sobre los derechos y libertades de los extranjeros, esta ley fue aprobada bajo el gobierno socialista de Felipe González y supuso la primera ley en materia de inmigración.

En efecto, este año marcó el inicio de un periodo de lucha de este colectivo por acceder a la plena ciudadanía, a raíz de la aprobación por parte del gobierno socialista de Felipe González (1982-1996), de la llamada Ley de Extranjería7. Sin ser legalmente españoles a pesar de haber nacido en su gran mayoría en Ceuta y confinados en los barrios periféricos de la ciudad, estos habitantes solo poseían una tarjeta de residencia llamada peyorativamente «chapa del perro», totalmente desprovista de valor jurídico. La aplicación de esta Ley provocó una verdadera lucha social por parte de la población de origen marroquí, alentada por el deseo de salir de la invisibilidad social y jurídica y adquirir reconocimiento en cuanto ciudadanos españoles (Fernández García, 2016: 235).

Tabla 1. Evolución de la población musulmana de Ceuta, 1901-2014

1901

1917

1935

1950

1960

1970

1986

1995

2003

2009

2011

2014

Ceuta

Population totale

13.843

33.239

60. 437

56.909

64.728

62.607

65.500

69.807

74.931

78.674

82.376

84.963

Population musulmane

5.000

5.630

7.102

12.556

12.177

18.000

25.568

32.257

34.894

36.492

(8.2%)

(9.8%)

(9.8%)

20%

(18.5%)

(25.7%)

(34.1%)

41%

(42.3%)

(42.9%)

Espagnols musulmans (naturalisés)

2.240

23.165

30.969

31.771

(18.4%)

90%

(88.7%)

87%

Fuente: Elaboración propia a partir de varias fuentes: Ana Isabel Planet Contreras, Melilla y Ceuta. Espacios-frontera hispano-marroquíes, Tesis doctoral, Universidad Autonoma de Madrid, 1998; Bernabé López García, « Entre Europe et Afrique, Ceuta et Melilla », Revue du monde musulman et de la Méditerranée, nº 59-60, 1991, p. 164-180 ; INE, Estudio estadístico de las comunidades musulmanas de Ceuta y Melilla, 1986; Alejandro Klecker de Elizalde, “Aspectos demográficos y poblacionales de Ceuta y Melilla”, Darío Valcacer (éd.), “Ceuta y Melilla en las relaciones de España con Marruecos”, Cuadernos de Estrategia, nº 91, 1995 y UCIDE, Población musulmana en España (informes correspondientes al periodo 2009-2014).

Nota:*Este porcentaje corresponde a la proporción de musulmanes con respecto al conjunto de la población.
**Este porcentaje corresponde a la proporción de españoles musulmanes (naturalizados) con respecto al conjunto de la población musulmana.

Desde el punto de vista de la repartición sociodemográfica, la población de Ceuta se establece en los diferentes barrios siguiendo una lógica comunitaria. El espacio urbano se caracteriza por un clivaje social y religioso bastante nítido entre el este de la ciudad donde vive una población de origen peninsular y el oeste (distritos 4, 5 y 6), más limítrofes con Marruecos, donde se han ido instalando los habitantes de origen marroquí.

Tabla 2. Reparto de las comunidades por distritos (%)

Distritos

Población total

Católica

Musulmana

1

12 444

97%

3%

2

8 240

82,9%

17,1%

3

17 115

92,8

7,2%

4

17 620

86,6%

31,4%

5

10 169

73%

27%

6

9 751

20,2%

79,8%

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Carlos Rontomé (Rontomé, 2012: 93)

Mapa 1. Distritos de Ceuta

Mapa 1. Distritos de Ceuta

Fuente: Alicia Fernández García, Op. cit., 2017, p. 187.

Note de bas de page 8 :

“La pobreza en Ceuta es crónica y se extiende poco a poco a otras zonas”, El Faro Ceuta, 24/9/13.

El distrito 6 concentra casi el conjunto de la población musulmana y de origen marroquí de la ciudad. Es aquí donde encontramos los barrios con “mala reputación” y donde se concentra la exclusión social (a través del paro y de la pobreza), entre los cuales destacaremos el barrio del Príncipe, considerado por ciertos medios como “el barrio más peligroso de España” (Fernández García, 2018). La tabla mostrada anteriormente muestra el clivaje sociocultural del espacio urbano de Ceuta; los datos obtenidos permiten evocar la hipótesis de una especie de guetización sociocultural del tejido urbano. Como se puede observar, es justamente en estos distritos exiguos, hacinados, de calles estrechas en donde se concentra la mayor parte de la población musulmana y donde la tasa de paro ronda el 70% de los activos (Fernández García, 2018). Además, añadiremos que la pobreza en Ceuta tiene una coloración sociocultural ya que según las cifras disponibles afecta a más del 65% de la población musulmana y a menos del 15% de la población cristiana8.

Note de bas de page 9 :

Sobre los clivajes centro-periferia, leer los trabajos de Christophe Guilluy, La France périphérique, Paris, Broché, 2015, y de Georges Saunier, « Quelques réflexions sur le concept de Centre et Périphérie », Hypothèses, vol. 3, n° 1, 2000, p. 175-180.

Podemos por ello decir que Ceuta es la expresión espacial de numerosas y profundas desigualdades económicas y sociales, pero también es el producto de un proceso de ocupación del espacio urbano de índole neoliberal y de matiz sociocultural, en la medida en que hacina a la población musulmana pobre en la periferia y reserva los barrios más céntricos a la población cristiana que dispone de un poder adquisitivo mayor9. Cabría por lo tanto avanzar que son estas desigualdades urbanas las que amplifican y reproducen las desigualdades estructurales que caracterizan a la sociedad ceutí.

2. Radiografía de la frontera de Ceuta: presión migratoria y dependencia económica

Note de bas de page 10 :

“España se consolida como la primera puerta de entrada de la inmigración clandestina en Europa”, Eldiario.es, 20/2/19.

La frontera de Ceuta la cruzan, la atraviesan diariamente, numerosos marroquíes y este tránsito desempeña un papel central en la economía de la ciudad. Por ello, con el paso de los años y frente a la ausencia de aduana fronteriza entre España y Marruecos, que han vivido dándose la espalda y entre los cuales pesa un contencioso territorial sobre la soberanía de los enclaves de Ceuta y Melilla, la frontera de Ceuta se ha transformado en el terreno propicio del contrabando y del comercio ilícito. Además, esta frontera es el símbolo del cierre operado por la Unión Europea (UE) y pese a su protección a ultranza por medio de un imponente sistema de vigilancia cada vez más militarizado a través de vallas, alambradas y muros, el número de inmigrantes que intentar llegar a Ceuta no deja de crecer (Castán Pinos, 2014: 86) Dichas tentativas por pisar suelo español saltando la valla de Ceuta han transformado esta ciudad en una de las primeras puertas de entrada de la inmigración clandestina en Europa10.

2.1. Alambras y avalanchas: hacia una aproximación de las migraciones a la frontera

Para poner fin a la entrada masiva de inmigrantes sin visa y bajo la presión de la UE obcecada por el control de sus fronteras exteriores, España se vio obligada tras su entrada en la UE (1986) a levantar dos barreras físicas en las ciudades de Ceuta y Melilla. En Ceuta, dicha construcción se inició a partir de 1996. Con una altura inicial de tres metros, esta malla metálica ha sido reforzada siendo cada vez más difícil atravesarla. En la actualidad, la frontera de Ceuta mide 8 kilómetros, dispone de tres mallas paralelas y cuenta con la presencia de más de 1000 policías. Se la ha dotado de alambradas, de concertinas, de captores infrarrojos de movimiento y de sonido, así como de múltiples cámaras de vigilancia. Sin embargo, las dificultades que encuentra la mayoría de los candidatos a la inmigración para obtener un visado permitiéndoles entrar en Europa les empuja a intentar cruzarla, pese a la dificultad.

Después de haber sufrido extorsiones, violaciones y maltrato, al llegar a Marruecos se establece una verdadera selección entre los inmigrantes en función de sus medios económicos. Aquellos que a pesar del largo y costoso viaje siguen disponiendo de medios económicos, recurrirán a un coyote o contrabandista, o comprarán una lancha que les permitirá cruzar el estrecho. Pero para aquellos inmigrantes a los que no les queda nada, la única opción será buscar refugio cerca del paso fronterizo de Ceuta en donde establecerán, en plena sierra, sus campamentos improvisados que ellos mismos llaman “guetos”.

Allí, en el campamento llamado Ben Younech, esperan el momento idóneo para intentar dar el salto a la valla de Ceuta, sufriendo durante la espera las incursiones violentas e intimidaciones de la policía marroquí e incluso el desprecio de los campesinos de los alrededores que temen la inseguridad provocada por su presencia (Pian, 2008: 12-13; Carnet, 2011: 218-219). Cada nuevo instrumento de control en la frontera de Ceuta desemboca en una astucia para esquivarlo: así, tras la instalación de concertinas o también conocidas como “mallas antitrepa” cuya misión era disuadir a los inmigrantes de dar el salto a la valla, dichos inmigrantes se fabrican calzados provistos de clavos y envuelven sus manos en trapos para intentar escalar sin sangrar demasiado.

Note de bas de page 11 :

“Ceuta y Melilla: el PP pretende legalizar las entregas en caliente de inmigrantes en las vallas”, El País, 22/10/14.

Note de bas de page 12 :

“La ONU insta a España a dejar de hacer devoluciones en caliente”, El Mundo, 6/11/17.

Note de bas de page 13 :

Para una información más precisa sobre dicha sentencia y los argumentos dados al respecto ir a [https://hudoc.echr.coe.int/spa#{%22documentcollectionid2%22: [%22GRANDCHAMBER%22],%22itemid%22:[%22001-201354%22], consultado el

La difícil gestión del flujo migratorio y las presiones de las autoridades españolas para intentar frenar la llegada de inmigrantes han intensificado las redadas y las expulsiones que se caracterizan a menudo por acciones poco o nada respetuosas de los derechos humanos. Es lo que nos dejan ver los vídeos de ONG y los relatos de inmigrantes que acreditan del uso y abuso de las llamadas “expulsiones en caliente” en la frontera de Ceuta. Estas actuaciones implican la devolución y expulsión de los inmigrantes interceptados en la frontera, sin verificar su estado de salud y sin ni siquiera respetar el procedimiento establecido legalmente. Una medida que ha sido legalizada por el gobierno del Partido Popular (PP) presidido por Mariano Rajoy (2011-2018)11 y que es objeto de numerosas denuncias por parte de asociaciones y organismos humanitarios, pero también por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y la ONU12. Añadiremos, sin embargo, que a lo largo de los últimos meses la política de mano dura contra la inmigración ilegal gana legitimad jurídica en el seno de las instituciones europeas. Esto al menos lo se desprende de una sentencia del TEDH que avala las devoluciones en caliente vulnerando con ello los derechos fundamentales de los refugiados13.

Una vez saltada la valla, los inmigrantes que han conseguido pisar suelo español son atendidos por la Cruz Roja y después dirigidos al Centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI) donde podrán, en principio, solicitar una demanda de asilo (Soddu, 2002: 112-113). Este centro construido en el año 2000 y ampliado cuatro años más tarde tiene una capacidad de acogida de 512 personas, aunque en realidad el CETI de Ceuta conoce una situación de colapso crónico ya que más de 1 200 inmigrantes viven en sus instalaciones. Con el objetivo de gestionar mejor estas situaciones recurrentes de saturación, el centro dispone de tiendas de campaña prestadas a menudo por el Ejército lo que le permite albergar a los nuevos residentes y evitar así que se encuentren en la calle.

Note de bas de page 14 :

Observaciones realizadas durante el trabajo de campo, julio 2019.

Note de bas de page 15 :

“Seis regiones españolas están entre las diez con más paro de España”, El País, 28/4/16.

Note de bas de page 16 :

“Mendigos y dignidad”, El Faro de Ceuta, 17/4/11.

A la espera del estudio de su situación por parte de las autoridades españolas y desprovistos de recursos, estos inmigrantes recorren los cuatro kilómetros que les separan de la ciudad y una vez allí, intentarán ganar un poco de dinero para poder así continuar su periplo hacia Europa. Inmigrantes que vemos errar en las calles de Ceuta: los vemos a la entrada de los supermercados pidiendo dinero u ofreciendo ayuda a las personas mayores a cambio de algunos euros. Los vemos también en los parkings, en las aceras de la carretera esperando ser contratados en las obras como jornaleros, otros deambulan en el puerto donde intentan esquivar la vigilancia de los guardias para deslizarse en un barco con destino la península14. Su número, pero incluso simplemente su presencia son, con frecuencia, motivo de tensión social en una ciudad gangrenada por el paro (35% de los activos)15, la pobreza (44,3% de la población) (INE, 2015) y la fuerte presencia de los mendigos marroquíes y de los niños de la calle16.

2.2. La economía de la frontera: contrabando, comercio atípico y trabajo transfronterizo

La dependencia económica del enclave español de Ceuta con Marruecos ha permitido cierta flexibilidad y tolerancia en la travesía; por ello los habitantes de la provincia marroquí de Tetuán pueden entrar en Ceuta sin necesidad de visado, documento requerido para el resto de los marroquíes (Ferrer Gallardo, 2008: 136). Estos vaivenes son el origen de lo que se conoce como la economía de la frontera que, en el caso de Ceuta, existe gracias al paso diario de más de 25 000 marroquíes.

Note de bas de page 17 :

“Fin del porteo: el director de la aduana marroquí es partidario en cerrar la frontera”, El Faro de Ceuta, 6/2/19.

Note de bas de page 18 :

“El fin del contrabando tolerado asfixia a Ceuta y a su entorno”, El País, 10/12/19.

El tráfico de mercancías a través de la frontera, que es garantizado por una buena parte de estos marroquíes, constituye un excedente para la economía de ambas partes. Del lado marroquí, según los datos avanzados por Nabil Laida, director general de la Administración de aduanas e impuestos indirectos de Marruecos, los productos que entran por el paso fronterizo del Tarajal de Ceuta suponen entre 550 y 730 millones de euros, lo que en términos de aranceles equivale a una pérdida para Marruecos estimada entre 180 y 270 millones de euros17. En Ceuta, las mercancías exportadas hacia Marruecos pagan un impuesto llamado IPSI, una especie de IVA reducido, que se ha convertido en la primera fuente de ingresos de la ciudad. Este llamado comercio atípico ya que carente de tarifas aduaneras, mueve más del 50% de lo que la ciudad importa desde la Península18. Además, las compras de los marroquíes en Ceuta representan entre el 40 y el 45% de las ventas de las tiendas.

Note de bas de page 19 :

“El PP exige a la Delegación que desmienta el acuerdo con Marruecos para bloquear Tarajal”, El Faro de Ceuta, 8/11/19.

Note de bas de page 20 :

Sobre las porteadoras, leer los artículos siguientes: “Las porteadoras de Ceuta y Melilla”, El Faro de Ceuta, 6/3/17; “La vida de las porteadoras protagonizan un documental”, El Faro de Ceuta, 11/5/19; “Las mujeres porteadoras en la ciudad de Melilla”, El País, 2/2/18; “Porteadora, oficio de alto riesgo”, El País, 29/8/17; “El infierno de las porteadoras del Tarajal”, El País, 20/7/19.

El 9 de octubre del pasado año Marruecos y España decidieron cerrar el paso fronterizo del Tarajal19 y poner así fin al tráfico irregular de mercancías transportadas en coches o en forma de fardos empujados a pie o cargados a las espaladas de numerosos hombres y mujeres marroquíes que se ganan la vida como mulas de carga20. Tal cierre ha supuesto una sangría económica tanto para la ciudad como para los habitantes del vecino Marruecos.

Note de bas de page 21 :

Op. cit., El País, 10/12/19.

Note de bas de page 22 :

“Tarde de bloqueo y decomisos masivos en la frontera”, El Faro de Ceuta, 12/12/19.

Si para la Federación de empresarios de Ceuta se trata de “un desastre económico”, del otro lado de la valla se escuchan los gritos desesperados de los porteadores y porteadoras evocando la asfixia económica generada por dicha decisión21. Las restricciones impuestas en los últimos días al llamado “porteo” en el paso fronterizo del Tarajal está provocando el caos. Haciendo caso omiso de la decisión tomada, los portadores y porteadoras se agolpan en las puertas de la frontera con el objetivo de forzar la entrada, lo que provoca situaciones trágicas y momentos de máxima tensión como lo muestran las avalanchas, aglomeraciones, crisis nerviosas, caídas y accidentes sucedidos durante los últimos días del mes de diciembre de 201922.

Entre los numerosos marroquíes que atraviesan diariamente este paso fronterizo que separa Ceuta de Marruecos, más de la mitad lo hacen para procurarse mercancías a bajo precio, productos que se utilizarán para el consumo propio, aunque la gran mayoría acabarán siendo vendidos en los mercados marroquíes. En todo caso, estas travesías cotidianas sirven para paliar la precariedad socioeconómica que conoce gran parte de la población marroquí del Rif y participan así en lo que podemos considerar la “economía del buscarse la vida”, tan practicada en Marruecos (Alioau, 2013: 142).

Una dinámica migratoria pendular que ha convertido la economía de la ciudad de Ceuta en una economía del tránsito y que justifica los que los sociólogos llaman la “industria de la inmigración” (Harris, 1995) Como no existe aduana comercial, este tipo de comercio transfronterizo se considera como contrabando por las autoridades del país donde llegan estas mercancías, y como “comercio atípico” por aquel de donde salen.

La originalidad de estas compras reside también en el modo de transportarlas, así como en las personas que las portan y las pasan por el paso fronterizo del Tarajal. En la mayoría de los casos, son mujeres que cargan los productos sobre sus espaldas o encima de sus cabezas e incluso adosados a sus cuerpos, recibiendo así el nombre de «porteadoras». Sin embargo, si este fenómeno estaba inicialmente protagonizado por mujeres, la crisis económica de 2008 que tan duramente ha golpeado a España ha transformado la perspectiva de género de dichas travesías y a día de hoy, cada vez son más los hombres que pasan fardos de un lado y del otro de la frontera. Hombres y mujeres marroquíes casi exclusivamente que atraviesan casi cuatro o cinco veces al día este paso fronterizo del Tarajal para ganar unos 100 euros. Las autoridades de Ceuta estiman que, entre 3 000 y 8 000 personas, realizan cotidianamente esta tarea (Fuentes Lara, 2019:190).

Note de bas de page 23 :

“El Tarajal no se libra del caos a pesar de la apertura del Biutz”, El Pueblo de Ceuta, 26/8/16.

Note de bas de page 24 :

Ver el documental Con el mundo a cuestas, dirigido por Fernando Santiago y elaborado por el servicio de producciones audiovisuales de la Diputación de Cádiz en colaboración con la Asociación Pro Derechos Humanos.

Los enormes paquetes de mercancías que los porteadores llevan sobre sus cabezas o encima de sus espaldas pueden alcanzar hasta 30 kg, y solo desde junio del 2016, el tamaño de los paquetes transportados ha sido reducida a una dimensión en teoría máxima de 60 x 60 cm23. Ante la presión ejercida por asociaciones humanitarias que denuncian la vulneración de los derechos humanos en las fronteras de Ceuta y Melilla, se han adoptado nuevas medidas como el permitir a las porteadoras tener un carrito para pasar la mercancía, pero el reverso de la medalla es que el carrito está tan cargado que supera a menudo los 100 kg24.

Note de bas de page 25 :

“Tarajal: la espiral de la violencia”, El Faro de Ceuta, 23/10/15.

La situación de estas porteadoras es dramática a varios niveles. Por las condiciones en las que trabajan, pero también debido a la presión que sufren por parte de las mafias que las empujan a hacer cada vez más trayectos. Es por ello por lo que estas mujeres pasan a menudo la noche en los alrededores de la frontera para poder así comenzar su jornada de trabajo a la apertura del paso. Así, alrededor del Tarajal, en donde se suceden enormes almacenes y naves, se ha creado una verdadera favela. Además, el paso del Tarajal se ha convertido en escenario de violencias de todo tipo teniendo por blanco las porteadoras, pero también los trabajadores y propietarios de los almacenes. La frecuencia y la amplitud de la violencia es tal que una red mafiosa se ha organizado y propone un servicio de protección a las víctimas, a cambio de una especie de “impuesto revolucionario”25.

Otro perfil de esta “población flotante” que atraviesa cotidianamente la frontera de Ceuta es el que está formado por los trabajadores marroquíes que constituyen una mano de obra barata empleada en la construcción, la hostelería o en el servicio doméstico. Hombres y mujeres que trabajan a menudo en negro, sin declarar nada, sin tener derecho a nada.

Note de bas de page 26 :

Entrevistas con Fatima H., Sarah G. y Leila E. vecinas de Castillejos, realizadas el 5 de julio del 2019 en los alrededores del paso fronterizo del Tarajal.

Con respecto a las mujeres empleadas como domésticas, diremos que en Ceuta se las llama “mis muchachas”, apelación que con el uso del posesivo desvela la relación de sumisión que conocen dichas mujeres. Si tenemos en cuenta los datos no oficiales disponibles y las discusiones con algunas de ellas26, diremos que trabajan por un sueldo de miseria como son los menos de 250 euros mensuales percibidos (Fuentes Lara, 2016: 610).

Siguiendo un fenómeno menos conocido, más reciente y minoritario, estas migraciones pendulares conciernen también a españoles, de origen marroquí pero no exclusivamente, que tras la crisis de 2008 se han ido de Ceuta para instalarse en las ciudades y pueblos de la región marroquí vecina de Tetuán. Teniendo como único recurso el paro e incluso, en la mayoría de los casos el subsidio de 400 euros mensuales, estos hombres mayoritariamente se han instalado en Marruecos en donde el nivel de vida es más bajo.

Note de bas de page 27 :

“Sube el trafico de drogas y bajan los delitos sexuales en Ceuta”, El Faro de Ceuta, 11/12/19.

Note de bas de page 28 :

“¿Por qué la tasa de criminalidad en Ceuta supera la media nacional?, Ceutaactualidad , 24/3/18.

Finalmente, la economía de la frontera de Ceuta se alimenta también del tráfico de drogas que, según las autoridades, representa alrededor del 25% de la economía local. Dicha frontera se ha convertido en el transcurso de los años en uno de los ejes centrales del tráfico de sustancias ilícitas, dirección España y Europa. Un tráfico de drogas que tiene graves consecuencias en la ciudad y que constituye uno de los principales generadores de actos criminales. A este respecto las cifras son bastantes desveladoras: por ejemplo, Ceuta se sitúa a la cabeza de España en cuanto al mayor número de infracciones penales por narcotráfico27, y su tasa de criminalidad es la más elevada de toda España (en 2017, la ciudad conoció 53 infracciones penales por cada 1 000 habitantes, es decir, 9,1 más que en el resto de España)28.

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Note de bas de page 29 :

Ibid,

Note de bas de page 30 :

“La frontera más desigual de la UE”, El País, 5/10/05.

Note de bas de page 31 :

« L’Afrique reste le continent de la pauvreté », Jeune Afrique, 27/10/16.

A modo de conclusión diremos que la frontera de Ceuta pone en evidencia las asimetrías existentes entre los dos países que separa. Según los datos publicados por Eurostat, esta frontera hispano-marroquí constituye la quinta frontera más desigual del mundo29. A modo de ejemplo diremos que, en 2005, el PIB per cápita de España multiplicaba por 15 al de Marruecos mientras que, por ejemplo, el de EEUU multiplicaba por 6 al de México30. Dicha frontera también es una línea de demarcación intrínsecamente geo-política marcada por las relaciones de dominación entre una Europa rica y codiciada y un continente africano pobre31 e incapaz de ofrecer un futuro a sus jóvenes.

El enclave de Ceuta junto con Melilla constituye además la única frontera terrestre de la UE en África y por ello, en razón de su situación geográfica estratégica, Ceuta siempre se ha caracterizado por haber sido una tierra de acogida. Una tradición que comienza a declinar y a convertirse incluso en espejismo debido a la presión de seguridad ejercida por la UE y a la guerra que las instancias europeas han declarado a los inmigrantes clandestinos. La ciudad a través de los medios desplegados por el gobierno central, debe asegurar el objetivo de inmigración cero, impidiendo los asaltos de subsaharianos y magrebíes a la valla. Por ello, desde hace algunos años asistimos a la militarización de la frontera de Ceuta que, cada vez, se está pareciendo más a un campo de batalla como lo muestran las heridas y desgarros causados por las concertinas, la violación sistemática de los derechos humanos e incluso, la violencia con la que se afrontan policías e inmigrantes.

Por último, la frontera de Ceuta tiene otra funcionalidad ya que constituye una fuente de ingresos esencial para la economía local, totalmente dependiente del tráfico transfronterizo con Marruecos y también para los habitantes de las regiones marroquíes vecinas. Esta dependencia desvela las paradojas de la frontera hispano-marroquí, así como un control fronterizo esquizofrénico y lleno de interés ya que, para mantener su dinamismo económico, la ciudad debe promover la entrada de marroquíes durante el día, pero debe expulsarlos al caer la noche, es decir, en el momento del cierre de la frontera.

La frontera de Ceuta es por ello el muro de la esperanza para todos aquellos trabajadores y transeúntes marroquíes cuya travesía es necesaria para ganarse la vida. Esperanza para los hoteleros, empresarios, comerciantes y numerosas familias que disponen cotidianamente de una mano de obra marroquí bastante barata. La frontera de Ceuta también es sinónimo de bonanza para los gerentes del polígono del Tarajal cuyos negocios dependen de las compras realizadas por las porteadoras marroquíes. Esperanza también para los parados ceutíes que con 400 euros de subsidio e incluso a veces nada, ven en la travesía de la frontera y en el Marruecos vecino el único lugar donde poder vivir o sobrevivir ya que los alquileres en Ceuta son desproporcionados y bastante codiciados. La frontera de Ceuta es por lo tanto la frontera de la ambigüedad, capaz tanto de generar esperanza como de provocar dramas.