Espera y atrapamiento en la frontera: el caso de los haitianos en Mexicali, BC, México Waiting and trapping at the border: the case of the haitians in Mexicali, BC, Mexico

Kenia María Ramírez Meda 
y Hugo Méndez Fierros 

https://doi.org/10.25965/trahs.4737

El presente trabajo tiene como objetivo documentar las acciones y prácticas de vida cotidiana de los migrantes haitianos en la ciudad de Mexicali, Baja California, mismas que se encuentran constreñidas por la espera de resoluciones administrativas, políticas o de índole personal. Se inicia contextualizando la llegada de los haitianos a esta ciudad, y su posterior estancia como consecuencia de la imposibilidad de llegar a su destino final; Estados Unidos. Posteriormente se define conceptualmente, la espera y el atrapamiento en la frontera y se configuran las categorías de análisis que permiten examinar las principales prácticas cotidianas en dos dimensiones: de inserción laboral y de emprendimiento y de comunicación y adaptación intercultural. Por medio de entrevistas semiestructuradas a actores clave se documentan las actividades realizadas durante la espera y se concluye cómo durante ésta, los inmigrantes haitianos han construido nuevas redes de apoyo y han establecido relaciones sociales que les han permitido lograr la inserción laboral; han desplegado procesos de comunicación transnacional con grupos asentados en distintas latitudes, y prácticas de adaptación intercultural en su vida cotidiana.

L'objectif de ce travail est de documenter les actions et les pratiques de la vie quotidienne des migrants haïtiens dans la ville de Mexicali, Basse Californie, qui sont contraints par l'attente de résolutions administratives, politiques ou personnelles.Il commence par contextualiser l'arrivée des Haïtiens dans cette ville, et leur séjour subséquent en raison de l'impossibilité d'atteindre leur destination finale, les États-Unis. Par la suite, l'attente et le piégeage à la frontière sont définis conceptuellement et les catégories d'analyse sont configurées qui permettent d'examiner les principales pratiques quotidiennes dans deux dimensions : le placement et l'entrepreneuriat et la communication et l'adaptation interculturelles. À travers des entretiens semi-structurés avec des acteurs clés, les activités menées pendant l'attente sont documentées et il est conclu comment, au cours de celle-ci, les immigrants haïtiens ont construit de nouveaux réseaux de soutien et ont établi des relations sociales qui leur ont permis de réaliser l'insertion professionnelle ; ils ont déployé des processus de communication transnationaux avec des groupes installés sous différentes latitudes et des pratiques d'adaptation interculturelle dans leur vie quotidienne.

O objetivo deste trabalho é documentar as ações e práticas da vida cotidiana dos migrantes haitianos na cidade de Mexicali, Baja California, que são constrangidas pela espera de resoluções administrativas, políticas ou pessoais. Inicia contextualizando a chegada dos haitianos a esta cidade, e sua posterior permanência em decorrência da impossibilidade de chegar ao seu destino final, os Estados Unidos. Em seguida, define-se conceitualmente a espera e aprisionamento na fronteira e configuram-se as categorias de análise que permitem examinar as principais práticas cotidianas em duas dimensões: colocação e empreendedorismo e comunicação e adaptação intercultural. Por meio de entrevistas semiestruturadas com atores-chave, documentam-se as atividades realizadas durante a espera e conclui-se como, durante essa espera, os imigrantes haitianos construíram novas redes de apoio e estabeleceram relações sociais que lhes permitiram alcançar a inserção laboral; implantaram processos de comunicação transnacional com grupos estabelecidos em diferentes latitudes e práticas de adaptação intercultural em seu cotidiano.

The objective of this article is to document the actions and practices of daily life of Haitian migrants in the city of Mexicali, Baja California, which are constrained by waiting for administrative, political or personal resolutions. It begins by contextualizing the arrival of Haitians in this city, and their subsequent stay as a result of the impossibility of reaching their final destination; United States. Subsequently, waiting and trapping at the border are conceptually defined and the categories of analysis are configured that allow to explore the main daily practices in two dimensions: labor insertion and entrepreneurship and intercultural communication and adaptation. Through semi-structured interviews with key actors, the activities carried out during the trapping are documented and it is concluded how, during the wait, Haitian immigrants have built new support networks and have established social relationships that have allowed them to achieve labor insertion; they have deployed transnational communication processes with groups settled in different latitudes, and practices of intercultural adaptation in their daily lives.

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Introducción

La llegada de los haitianos a Mexicali se enmarca dentro de un flujo que, originalmente, buscaba llegar a Estados Unidos para beneficiarse del programa de Protección Temporal. Tras el terremoto acaecido en Puerto Príncipe en 2010, el gobierno de los Estados Unidos decidió detener la deportación de las personas originarias de Haití hasta que fuera seguro y pudieran regresar. El gobierno estadounidense les brindaba visas humanitarias a las personas solicitantes, siempre y cuando cumplieran con ciertos criterios y lineamientos que justificaran por qué necesitan del apoyo:

no es fácil acceder a este beneficio, ya que únicamente puede otorgarse a personas que hayan sufrido persecución o un temor fundamentado de persecución por razones de raza, religión, nacionalidad, membresía en un grupo particular o por opinión política (Alarcon & Ortiz, 2017:173).

De cara a la elección presidencial en Estados Unidos y con el discurso racista y antiinmigrante del candidato republicano y ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se suscitó un ambiente de incertidumbre para todos aquellos nacionales de países beneficiados por el programa de protección temporal, incluyendo los haitianos.

A pesar de saber que no era seguro que pudieran obtener la visa humanitaria gran parte de la comunidad haitiana comenzó el viaje hacia Estados Unidos con la esperanza de obtenerla. En su paso por México, la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación en sus estadísticas reporta que entraron al país 17,930 personas de nacionalidad haitiana (Paris, 2018). Este flujo empezó a reportarse principalmente desde el mes de mayo del año 2016, específicamente en las ciudades de Mexicali y Tijuana donde se empezó a detectar el aumento del arribo de solicitantes de asilo a Estados Unidos, de diversos países de Europa, África y América del Sur, pero destacaban entre éstos los provenientes de África. Al respecto, se documentó que:

en septiembre de ese año el Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que al menos 15,000 migrantes extranjeros habían ingresado a México por la frontera de Tapachula, Chiapas; de ellos 7,500 habían cruzado a Estados Unidos para solicitar protección y 3,400 permanecían en el Estado de Baja California. 75% en Tijuana y 25% en Mexicali” (Paris, 2018:9).

En este contexto, los inmigrantes haitianos quedaron a la espera dentro de los territorios fronterizos. Específicamente, este trabajo busca documentar las principales acciones, actividades y redes que se concretaron por parte de este grupo migratorio durante su estancia en la ciudad de Mexicali, Baja California. Para lograr este objetivo el trabajo se divide en cuatro apartados: el primero, que se refiere a la contextualización de la llegada y establecimiento de los haitianos a esta ciudad; posteriormente, en el segundo apartado, se define conceptualmente el atrapamiento y la espera en las ciudades fronterizas; en un tercer apartado, se enuncia la metodología utilizada y, en el cuarto, se describen los principales hallazgos del trabajo de campo, así como una discusión de resultados. Por último, se enuncian las conclusiones y recomendaciones de futuras líneas de investigación.

Contexto del establecimiento de los migrantes haitianos en Mexicali, Baja California.

Debido a la imposibilidad de poder cruzar a Estados Unidos, a partir de febrero del año 2017, las autoridades mexicanas comienzan entregar fichas para regularizar la estancia de los que quieren residir en el país con el propósito de que los haitianos cuenten con un trabajo formal ya que la mayoría de ellos tiene estudios de media-superior o capacitaciones técnicas que les permiten desempeñarse en otras áreas - incluso algunos cuentan con estudios de maestría. En conferencia de prensa, el delegado del Instituto Nacional de Migración (INAMI) en Baja California, Rodulfo Figueroa, explica que:

los haitianos tendrán dos opciones de regularización: como visitantes por razones humanitarias, con permiso de estancia de un año con posibilidad de renovación; y por razones humanitarias en condición de refugiados, con vigencia de cuatro años (La Jornada Baja California, 2017).

A la fecha, algunos migrantes que ya cuentan con la residencia temporal pueden acceder a una Clave Única de Registro de Población (CURP) y a un Registro Federal de Contribuyentes (RFC), documentos necesarios para adquirir un empleo formal. Sin embargo, aquellos que aún no poseen este estatus migratorio se ven limitados en ese sentido. También en diciembre de 2017 se logra que los beneficios del sistema del Seguro Social (IMSS) no sólo sean circunscritos a la atención médica, sino que también los migrantes puedan tener derecho a los demás beneficios como incapacidades o trámites de vivienda (Gallego, 2017).

En el aspecto laboral la integración se ha dado desde la inserción en empleos formales. Los sectores que han mostrado más apertura son el manufacturero y el de servicios, pero también, una importante cantidad de haitianos se sigue desempeñando en el sector informal.

En cuanto a la integración lingüística, no se han establecido rutas de acción definidas por parte de las instituciones gubernamentales en México, para apoyar a los migrantes haitianos que se quedaron a residir de forma permanente, a adquirir mejores competencias en el idioma español. En este sentido, tanto en Tijuana como en Mexicali sí se han documentado iniciativas por parte de la sociedad civil y voluntarios para la enseñanza del idioma español (Toledo & García-Landa, 2018, Ramírez, 2020); particularmente éstas sucedieron a la llegada del primer grupo de haitianos dentro de los albergues donde se alojaron inicialmente, sin embargo con el paso del tiempo estas iniciativas se difuminaron por falta de recursos económicos.

Adicional a la integración de tipo económico y lingüística-cultural, los haitianos que se han quedado de forma permanente a residir en Mexicali, manifiestan interés en continuar sus estudios ya sea educación técnica o superior. Sin embargo, el expresidente de la Asociación Civil Movimiento Haitiano en México, A.C. (ACMHM) creada para representar los intereses de los haitianos en la ciudad de Mexicali señala que:

debido a la incertidumbre sobre la regularización migratoria, existen pocos incentivos para que los haitianos contemplen continuar con sus estudios” (José, entrevista personal, 2018).

A pesar de la limitante de la regularización migratoria un número importante de haitianos ha solicitado su ingreso a la principal institución de educación superior en el estado, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Sin embargo, solo tres de ellos lograron aprobar el examen de ingreso; adicionalmente, uno más obtuvo un lugar en la Universidad Politécnica de Baja California (UPBC). De acuerdo a Ramírez y Moreno (2022) los elementos que limitan a los haitianos para acceder a un espacio dentro de las instituciones de educación superior, son principalmente institucionales y culturales. Por otro lado, en cuanto a su regularización migratoria, los elementos que los limitan son estructurales, esto último debido a que todavía algunos poseen un estatus migratorio de no permanencia y que necesitan presentarse ante la autoridad migratoria de forma regular para renovar sus documentos.

Aproximaciones conceptuales. Proceso migratorio y espera en la frontera

El estudio de los fenómenos migratorios en relación con el espacio geográfico goza de una tradición larga y sólida, mayor que la atención puesta en la migración desde una perspectiva temporal. No obstante, de una década a la fecha, el binomio tiempo-migración ha captado la atención de cada vez más investigadores de distintas disciplinas de las ciencias sociales. Específicamente, se han visto incrementadas las investigaciones en torno al impacto del tiempo en las representaciones que configuran los proyectos y trayectorias de la movilidad transnacional; las prácticas de los migrantes en tránsito y en espera así como los abordajes de la inmigración y la espera desde una perspectiva de género; la indagación de topografías y cronotopías de solicitantes de asilo, entre otras temáticas (Gil, 2020; Candiz y Bélanger, 2018; Griffiths, 2014; Conlon, 2011).

Desde la perspectiva de Lian Axelsson, es vital hacer un replanteamiento y pensar el espacio y el tiempo juntos, al estudiar los fenómenos de movilidad humana transnacional:

Cambiar el enfoque a una comprensión de las fronteras como una disposición temporal en lugar de espacial […] no necesariamente nos ayuda a dar cuenta de la complejidad total de las prácticas fronterizas contemporáneas (Axelsson, 2022: 4).

En este sentido, el análisis de las implicaciones mutuas entre migración, espacio y tiempo puede contribuir de manera efectiva a la comprensión de varios problemas teóricos y prácticos asociados con la movilidad transnacional, los Estados-Nación y la multiculturalidad en las sociedades contemporáneas. El tiempo es una variable central que da sentido a los marcos normativos y juega un papel importante en el diseño de las políticas de control fronterizo. A menudo, los extranjeros son clasificados de acuerdo con factores temporales, como duración de la estancia legal permitida, derechos de residencia temporal o permanente, así como otros mecanismos para la renovación de permisos y para solicitar cambios en su estatus migratorio. Estos factores tienen efectos en la experiencia de espera vivida por las personas migrantes (Cwerner, 2001).

En esta espera prolongada y forzada, los migrantes tienen que llevar a cabo distintas opciones para sobrevivir en el país considerado como de tránsito; unos se ven obligados a buscar otras formas de asentamiento temporales que involucran considerar la regularización migratoria como mera estrategia. Asimismo, distintos autores les han denominado atrapados, varados y bloqueados (Dowd; Collyer; Hess; Chetail y Braeunlich en Lizárraga, 2019:23).

Lejos de ser tiempos muertos durante los desplazamientos a través de las fronteras, los tiempos de espera constituyen espacios valiosos para la reorganización y planificación de nuevas estrategias. Son momentos para construir nuevas redes de apoyo, colaborar con grupos activistas, establecer relaciones sociales y obtener información fundamental para la circulación y el “saber-migrar” (Mountz, 2011):

La espera constituye un modo de habitar la ciudad y de construir el presente. La espera no solo hace mirar el presente a través del horizonte del futuro, sino también es una prueba que organiza la vida diaria del extranjero (Correa et. al., 2013:342-343).

Correa et. al. (2013) enfatizan que es equivocada la construcción simbólica de la espera a partir de una pasividad inexistente. Mientras se espera, se desarrollan un sinfín de actividades vinculadas, de manera directa o no, con la situación que ha propiciado el “atrapamiento” temporal. De esa forma se construyen lugares de espera:

Los lugares de espera deben ser considerados también como espacios producidos que materializan, durante un transcurso de tiempo incierto e indefinido, el campo de acción de los individuos y de los grupos. Se combinan, pues, con un espacio percibido y representado (integrando las modalidades de conocimiento o cognición de sus habitantes) y también con un espacio vivido condicionado por las modalidades de la existencia humana y por un conjunto (o un sistema) de prácticas socioespaciales (Musset, 2015:308).

La zona fronteriza entre México y EE.UU. fue fundada gracias a la movilidad interna y a la inmigración de diversos grupos poblacionales del extranjero, muchos de los cuales tuvieron como objetivo final asentarse en la nación americana, pero, por diversas razones administrativas y políticas permanecieron a la espera en la franja transfronteriza. Esto provocó que, en distintos lapsos de tiempo, se configuraran comunidades en situación de espera, que posteriormente dieron origen a sociedades con sentidos identitarios y de pertenencia territorial:

...Las personas migrantes y solicitantes de asilo –en México y el mundo– encuentran una profunda disonancia entre la duración esperada y la duración real de sus experiencias. La duración de los viajes migratorios, el tiempo que tardarán en conseguir un objetivo fijado (asentamiento, regularización, aprendizaje de un idioma, conseguir un trabajo), o incluso la duración de su estancia en un determinado destino, suelen ser más largas o más cortas de lo previsto…Para aquellos que participan en procesos burocráticos, tiende a haber una disyunción significativa entre la duración esperada y el tiempo burocrático real… Las políticas contemporáneas de movilidad han llevado a millones de migrantes y solicitantes de asilo a situaciones de inmovilidad prolongada, espera, incertidumbre y vulnerabilidad” (Gil, 2020:4).

De lo anterior, destaca que la frontera es ocupada por distintos grupos de personas en situación de migración, como un territorio de espera. Dentro de estos grupos, figuran las personas haitianas que llegaron entre 2016 y 2017 a Baja California. En la condición de espera, los actores sociales perciben su vida atrapada en un espacio socio-temporal. Sus prácticas de vida cotidiana se encuentran constreñidas por la espera de resoluciones administrativas, políticas o de índole personal. Sin embargo, ello no significa que la espera sea pasiva.

Metodología

Note de bas de page 1 :

Para este artículo se tomó de referencia a los haitianos que arribaron a Mexicali en el periodo 2016-17 y que poseen cierto arraigo en la ciudad, la limitante es que para este grupo migratorio en particular la principal característica es que la totalidad de los migrantes que permanecieron en la ciudad fueron hombres, ya que las mujeres y niños si tuvieron oportunidad de cruzar hacia los EEUU, destino final de los haitianos que llegaron en este primer flujo masivo. Por tanto en este artículo no se incluyen dentro de los actores clave a mujeres haitianas.

Se realizaron 28 entrevistas cualitativas semiestructuradas a hombres1 haitianos asentados temporalmente en la ciudad Mexicali, Baja California, México, con el objetivo de identificar las actividades de inserción laboral y las prácticas culturales desarrolladas por los entrevistados, para dotar de sentido su tiempo de espera. Esta investigación se enmarca dentro del paradigma de investigación social denominado interpretativo, que privilegia la búsqueda de significados en los discursos sociales y la interpretación de la realidad empírica a partir de los términos comprendidos por los actores sociales participantes (Delgado y Gutiérrez, 2007). La perspectiva metodológica elegida fue la cualitativa, pues, desde una actividad situada los investigadores desarrollaron una serie de prácticas materiales e interpretativas para hacer visible y entender los procesos que viven las personas haitianas en movilidad, desde sus propias narrativas (Denzin y Lincoln, 2011).

De acuerdo con el objetivo antes mencionado, se adoptó un enfoque narrativo. Los relatos toman en cuenta una multiplicidad de variables que inciden en las acciones de los inmigrantes; asimismo, pueden revelar el contexto, emociones e ideas de las personas entrevistadas. La investigación narrativa adopta rasgos de la literatura, al emplear recursos literarios que crean diversas interpretaciones y permite que los lectores formulen sus propias conclusiones. Éstas no son generalizables, pero sí establecen conexiones entre acontecimientos para producir un significado (Coultery Smith, 2009).

Para la comprensión de los significados vertidos en los relatos, fue utilizado el análisis de contenido. Esta estrategia metodológica en su dimensión técnica hace uso de patrones tanto cuantitativos como cualitativos (Krippendorff, 2019; Neuendorf, 2017). En el caso de este artículo, se privilegia la construcción de datos cualitativos a partir de los cuales se urde un conjunto de inferencias, que se reporta en el apartado siguiente de resultados y discusión.

Los criterios de selección de los entrevistados se fundamentan en los objetivos de investigación. Primordialmente, toman en cuenta aspectos socio-demográficos y de origen migratorio. Todos los participantes fueron localizados a través de la técnica denominada bola de nieve. De manera general, las entrevistas fueron realizadas entre 2018 y 2021. Un primer bloque (4) se realizó en junio de 2018. Posteriormente, un segundo bloque de entrevistas (6) se efectuó en diferentes meses del año 2020. Finalmente, un tercer bloque (18) fue desarrollado entre febrero y agosto del 2021.

La guía de entrevista se focaliza en tres dimensiones del tiempo de espera que viven los participantes: 1).-La situación previa a la migración (entorno familiar y contexto de localidad de origen); 2).-La inserción laboral en Mexicali (tipos de trabajo realizados, retos y obstáculos enfrentados; apoyos gubernamentales; capacidades y habilidades personales; características de emprendimiento); 3).-Prácticas de comunicación y adaptación intercultural al territorio de espera (consumo mediático; uso de tecnologías digitales y redes sociales; rasgos de integración cultural lingüística, gastronómica, religiosa y de expresión artística).

Todas las entrevistas tienen una duración entre los 60 y 120 minutos; fueron analizadas con apoyo del software de análisis de datos cualitativos Atlas Ti versión 8.4.4 (2019), para desarrollar los procesos de categorización, codificación y análisis. Con base en la revisión de literatura, el objetivo central y el análisis de las entrevistas, se construyeron 2 grandes categorías: 1).-Inserción laboral y emprendimiento y 2).-Espera y prácticas de comunicación y adaptación intercultural.

Los entrevistados son jóvenes adultos; la mayor parte tiene entre 26 y 35 años. Entre los países de asentamiento previo a su llegada a la frontera México-EE.UU. sobresalen Brasil y Chile. Es importante destacar que en el momento de las entrevistas, la totalidad de los informantes acumulaban dos o más años de asentamiento temporal en la zona fronteriza, a la espera de poder “cruzar” hacia EE.UU. Respecto a sus ocupaciones, son los empleados de comercio y obreros de maquiladora quienes registran mayores índices.

Resultados y Discusión

La espera de los haitianos en la frontera México-EE.UU.

En este apartado se presentan y discuten los resultados más relevantes obtenidos en esta investigación. En correspondencia con el objetivo central, la estructura de este acápite se desarrolló con base en las dos grandes categorías: 1).-Inserción laboral y emprendimiento y 2).-Prácticas de comunicación y adaptación intercultural.

Dimensión de inserción laboral y de emprendimiento

En el aspecto laboral la integración se ha dado desde la inserción en empleos formales, pero también, una importante cantidad de haitianos se sigue desempeñando en el sector informal. Esto tiene que ver particularmente con la fecha de su arribo a la entidad federativa puesto que los primeros en llegar buscaban ante todo un empleador que tuviera la disposición de registrarse ante Instituto Nacional de Migración (INAMI) y que les otorgara una carta de trabajo para, con ello, obtener un estatus legal:

la gran mayoría (de los haitianos) está con muchas dificultades con documentos para su regularización, en migración se ha puesto todo muy difícil, hay muchos trabajos que no están registrados y no pueden darles la carta y en caso de que quieran registrarse el trámite es muy tardado como de 3 a 4 meses, hay muchos patrones que están decididos a otorgar la carta de trabajo a los haitianos para facilitar su trámite, en migración el registro para las empresas es muy tardado y esto desincentiva que los empresarios hagan el registro correspondiente (Joseph, 2018).

Los primeros empleadores en mostrar una flexibilidad en este sentido fueron los del sector maquilador quienes encontraron en INAMI e Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) una total apertura en otorgar las facilidades para que las empresas de este sector pudieran contratar de manera ágil a los haitianos y ofrecerles certidumbre laboral y legal. Además del impulso por parte de los propios empresarios para contratar mano de obra haitiana, la empleabilidad en este sector aumentó de la mano de los propios migrantes quienes, utilizando sus propias redes, atrajeron a sus familiares, amigos y conocidos a estos empleos; así lo documentan Meroné y Castillo (2020).

Esta apertura en el sector maquilador, se ve reflejada en las respuestas de los entrevistados. En este caso, José, Jae, Fetz, Rol y Wod manifestaron que sus primeras experiencias laborales se ubican en este sector, algunos como operadores y otros en el área administrativa.

No obstante esta disposición del sector manufacturero y maquilador la inserción laboral no ha sido fácil para los haitianos pues no todos pudieron acceder a un empleo formal que les permitiera obtener una carta de trabajo de un empleador registrado ante INAMI, lo que favoreció la precariedad laboral y migratoria y la inserción en empleos informales y sin acceso a prestaciones sociales. Al respecto se destaca que:

la carencia de un trabajo decente para el común de los trabajadores haitianos resulta fácilmente verificable si observamos los precarios salarios que se perciben y el establecimiento de diversas figuras contractuales que violentan la estabilidad en el empleo (Sosa, 2020: 11).

En este sentido, la integración laboral de los haitianos se da desde plataformas de formalidad laboral, especialmente en el sector manufacturero y en el sector servicios, pero en contraparte, aún existen otros que permanecen en las filas de la informalidad y con una incertidumbre respecto de su estatus migratorio.

Adicional a la integración de tipo económico, los haitianos manifiestan interés en continuar el camino hacia la integración, por medio de la adquisición de mayores competencias, obtención de mejores empleos y establecimiento de negocios propios, ya sean formales e informales.

El tema de emprender un negocio enfrenta fundamentalmente los mismos problemas, dado que es requerido contar con un RFC para poder hacer un registro formal de la empresa. Fetz, un haitiano que ha establecido un negocio de corte de cabello y barbería, ha podido realizar un registro ágil de su negocio debido a que obtuvo su residencia, al haberse casado con una mexicana. Sin embargo, en entrevista con otros informantes como Gluid, afirma que; una de las principales barreras para poder establecerse en un negocio formal ha sido el tema de la regularización migratoria. Él desea establecer su propio instituto o una escuela donde pueda enseñar inglés y francés, “trato de montarlo, pero no cuento con la posibilidad por el momento porque se me ha hecho difícil por los requisitos exigidos por el gobierno (migración)” (G.L, 2018).

En Mexicali, los emprendimientos haitianos recaen en el sector de servicios; uno de los más conocidos es el restaurante de comida haitiana Boun Goǔt, que fue establecido en la ciudad en mayo de 2017 por un grupo de empresarios haitianos, con el objetivo de dar a conocer más, acerca de la cultura y gastronomía de este país. Este espacio opera no solamente como un restaurante sino como un centro de reunión para esta comunidad de migrantes, donde tienen la oportunidad de confluir y encontrarse, plantear sus necesidades, ayudar a sus compatriotas o hasta observar un partido de fútbol. A la fecha (2022) el restaurante ha tenido 4 propietarios diferentes, pero continua teniendo posicionamiento en el mercado en comparación con otros nuevos locales que tienen el mismo giro.

Otro factor a destacar es el financiamiento para emprender en la región ya que ninguno de los entrevistados contó con el apoyo gubernamental, por lo que la inversión para crear sus empresas fue hecha con recursos propios o con el apoyo de particulares que les proporcionaron un aval para solicitar un crédito o para rentar locales.

Adicionalmente a la falta de financiamiento y de apoyos institucionales, otro factor que se menciona como una limitante es la falta de asesoría por parte del gobierno para llevar a cabo los procesos de formalización de su negocio, aunado a la barrera del idioma que dificulta el conocimiento legal de los procesos que deben llevarse a cabo para abrir una empresa.

Dotar de sentidos la espera. Prácticas de comunicación y adaptación intercultural

Durante el proceso de espera, las personas en condición de movilidad perciben su vida atrapada en un espacio socio-temporal, no obstante, ello no significa inacción. Aun cuando su vida cotidiana está marcada por la espera de resoluciones de diversa índole, desarrollan prácticas culturales tendientes al establecimiento de redes comunitarias, que van más allá de la dimensión laboral explicada anteriormente. Nos referimos a la integración social a través de la apropiación de nuevas prácticas culturales, de uso del tiempo libre y de comunicación intercultural. Destacan las acciones de integración lingüística, de consumo mediático y de uso de tecnologías digitales, así como algunas prácticas religiosas, gastronómicas y de expresión artístico-cultural.

La comunicación a través de redes sociodigitales juegan un rol central en las formas de vivir el proceso migratorio, específicamente, durante la espera de las personas haitianas asentadas en la frontera de Baja California, México. Ellas han utilizado los dispositivos de comunicación en las etapas de planeación, tránsito y, ahora, durante la espera, se ha exacerbado este uso.

Las comunicaciones transnacionales ocupan un tiempo importante en la vida cotidiana de los inmigrantes haitianos. De manera general, nuestros informantes se emplean a fondo en el establecimiento de interacciones diarias con sus familiares y amistades asentadas en distintos países. Por un lado, establecen comunicaciones diarias con sus nuevas amistades en el territorio de la espera transfronterizo; asimismo, con la familia que se encuentra en el lugar de origen, en este caso, Haití y con las redes sociales que se encuentran en el espacio de destino final, particularmente, en Estados Unidos de Norteamérica.

Me comunico todos los días con mi familia. Con mi mamá en Haití y con mis primas en Chile. También con mi hermano en Florida. Las redes sociales que más uso es Facebook y Mesenger; Instagram casi no uso. No tengo canal de YouTube, pero tengo un amigo en Mexicali con el que hago cosas (videos), pero en Mexicali (Vladimir, 2020).

El Whatsapp lo utilizo para hablar con mi familia porque en Haití se usa más el Whatsapp, llamadas por teléfono no, porque es muy difícil hacer llamadas. Con mi familia de Haití hablo casi a diario. Instagram también lo uso, pero es más como para subir fotografías, pero no me gusta tanto, pero lo uso porque mucha gente no tiene la facilidad de comunicarse conmigo y uso este medio (Gerardo, 2021).

Podemos afirmar que las personas haitianas en movilidad no rompieron sus lazos familiares o de amistad con sus lugares de origen. El reconocimiento de lo que significa “el hogar” está unido a esa memoria emocional. Por otra parte, los inmigrantes han desarrollado habilidades para expresar sentimientos de otras maneras, acordes a la cultura del nuevo entorno que habitan y al cual se han adaptado en diferentes temporalidades, formas y niveles (Svasek, 2002).

Por otra parte, según lo relatado por nuestros entrevistados, consumen una dieta mediática del lugar donde viven su tiempo de espera, con objetivos variados: 1.-Conocer el contexto social, económico, político y cultural del lugar de acogida, como una estrategia de sobrevivencia. 2.-Informarse de los cambios en las políticas migratorias en EE.UU. y trámites diversos para la regularización de su estancia temporal en México. 3.-Conocer de manera más profunda la cultura del territorio de espera, con el fin de lograr una integración sociocultural en menor tiempo.

Los medios de comunicación elaboran representaciones del mundo que se basan en creencias, principios y valores. En los imaginarios colectivos van concomitando los elementos de cambio del entorno social, material o ideal para asumir toda novedad. De ahí que las representaciones sociales que se generan en los procesos de comunicación, son apropiadas culturalmente y derivan en concepciones socialmente compartidas que, generalmente, son aceptadas como patrones de guía en la práctica del mundo de vida (Martín y Velarde, 2015). Por ello, los inmigrantes haitianos encuentran en el consumo mediático del lugar de acogida cierta utilidad.

Sobre noticias en Mexicali me mantengo informado en La Voz de la Frontera, El Imparcial, Canal 66. De Televisa me entrevistaron porque era el primer migrante en tener un negocio, para informar que los migrantes ponemos negocios y somos emprendedores, que tenemos buenas ideas y queremos lograr algo. Mi familia de Florida y Haití vieron el video de la entrevista porque la puse en Facebook; me desearon buena suerte, me dijeron que les daba gusto que estoy creciendo y soy famoso, todo eso (Gerardo, 2021).

Noticias de Mexicali sí leo porque estoy aquí y quiero saber qué va a salir para mí porque soy migrante, de cada cosa debo saber qué pasa para ver qué va a hacer el gobierno, o si va a haber un nuevo cambio, o si va a cambiar la ley; yo tengo que estar al pendiente de eso (Jaime, 2021).

No obstante, también consumen productos comunicativos de su país de origen como una forma de mantener contacto con sus tradiciones, costumbres y sobretodo estar al día y tener conocimiento de los cambios del entorno.

Si quiero saber lo que pasa en Haití veo noticias en YouTube y en Google, en YouTube se ponen todas las cosas, ahí puedo ver todo lo que pasa, hay muchos youtubers también. Youtube, Google y Facebook, es lo que más uso más; me gusta buscar por eso uso mucho Google; Whatsapp al final. Si quiero ver programas de televisión Haití uso el YouTube, todo programa en YouTube todo se sube a YouTube. Hay periodistas de Haití en aplicaciones, hay radio también hay aplicaciones de radio, si yo quiero bajo la aplicación (Alejandro, 2020).

La apropiación de la frontera como nuevo espacio de vida temporal ha tenido importantes implicaciones en las identidades culturales de los inmigrantes haitianos, puesto que las identidades son producto del conjunto de relaciones sociales, se mantienen en tensión permanente entre lo interno y lo externo, dentro de contextos espaciales y temporales específicos. De esta manera, las identificaciones de los entrevistados, ligadas al territorio fronterizo se mueven en un fluir continuo en el tiempo, por lo cual deben explicarse dentro de su propio marco histórico.

Somos un pueblo muy fiel a nuestra cultura, no negociamos nuestra música, nuestra comida. De Haití extraño a mis amigos, la cultura. Cuando tú estás allá [en Haití] y cuando estás afuera es algo totalmente diferente, aquí [en Mexicali] puedo escuchar música; sin embargo, no estoy en la vialidad, estar en la vialidad es algo totalmente diferente, me gusta mucho [estar en las calles de Haití] (Andrés, 2021).
[…] El idioma español lo estudié en la escuela, siete años lo estudié en Haití, inglés también y de niño me iba de vacaciones a República Dominicana, por eso hablo español […] Las costumbres de Mexicali me han gustado, mucha cerveza, muchas mujeres, fiesta, eso. Aquí vivo con haitianos y tengo una buena relación, nos adaptamos, los conocí aquí. Mis vecinos son mexicanos y tengo buena relación, y chinos, pero los chinos son aparte, ni me saludan (Alejandro, 2020).

No me ha sido ni muy fácil ni muy difícil adaptarme a la cultura de Mexicali, debes aprender cosas de la cultura, del idioma, la música, pero no es muy difícil, debes enfocar tu mente a lo que quieres aprender. Me ha sido difícil aprender algunas palabras que debo hablar y debo pedir una explicación de lo que significa, porque si no me explican no voy a saber, algunas palabras, no muchas (Gerardo, 2021).

De lo anterior ha emergido la re-significación de la frontera como territorio de espera por parte de los inmigrantes haitianos. La espera ha dado sentido no sólo al espacio, sino también a estas personas y a sus grupos de adscripción que se encuentran en esta situación, donde el tiempo ha quedado suspendido (Musset, 2015), mientras logran cruzar a EE.UU., establecerse legalmente o migrar a otro territorio.

Estar en una ciudad mexicana, con frontera, es una ventaja porque si allá adentro [EE.UU.] dicen que ya podemos cruzar, de volada nos cruzamos y no batallamos. (Jaime, 2020).

Cuando vamos [a la garita estadounidense] a pedir la oportunidad de entrar, algunos quedan detenidos tres o cinco meses en una cárcel. Si no cumplen con los requisitos los mandan a Haití, pero si cumplen con los requisitos los liberan y los dejan quedarse. En este momento todavía no quiero cruzar a Estados Unidos, ya no. No sé qué hacer, estoy pensando porque mi hermano, que es americano, me dice que me espere a meter papeles, él está en Florida y me puede arreglar papeles, pero ya han pasado dos años (Armando, 2020).

Finalmente, la movilidad transnacional no es un proceso lineal y su fluidez no es permanente. Por el contrario, se debe leer como una cadena de momentos marcados por la espera, la redefinición de estrategias y el ajuste de metas, como ha sido evidenciado a través de los relatos de los entrevistados en torno a la integración laboral y las prácticas de comunicación e interculturalidad desarrolladas en su vida cotidiana, mientras esperan el momento idóneo para lograr el objetivo final en su proceso migratorio, ingresar a los EE.UU.

Conclusiones

En este apartado se anotan algunas consideraciones finales con el propósito de proyectar algunas líneas dirigidas hacia la comprensión de la dimensión temporal y espacial en los procesos migratorios transnacionales contemporáneos, siguiendo a Axelsson (2022) y a Cwerner (2001). De manera particular, resulta de interés aproximarse a los periodos de espera que experimentan los actores sociales, para pensar las articulaciones de estos momentos con algunas prácticas de vida cotidiana, estrechamente vinculadas a la transformación de las identidades culturales de las personas en movilidad.

Los hallazgos encontrados en los relatos analizados permiten afirmar, en concordancia con lo planteado por Gil (2020); Musset (2015); Correa et. al. (2013) y Mountz (2011) que los periodos de espera vividos en los procesos de movilidad humana constituyen espacios valiosos para la reorganización y planificación de nuevas estrategias. Durante el atrapamiento se gestan modos de habitar las ciudades de acogida y se construye el presente. En el transcurso de la espera de los inmigrantes haitianos en la frontera México-EE.UU., estos han construido nuevas redes de apoyo y han establecido relaciones sociales que les han permitido lograr la inserción laboral, lo que constituye una parte central de sus ocupaciones de vida cotidiana. Insertadas en la frontera México-EE.UU. como un lugar de espera, las personas haitianas migrantes participan activamente en los procesos de desarrollo económico local. Se han involucrado en actividades laborales formales y no formales, entre las que destacan las de emprendimiento.

Por otra parte, los inmigrantes haitianos durante su estancia prolongada han desplegado procesos de comunicación transnacional en su vida cotidiana con grupos asentados en distintas latitudes. A la par, han desarrollado habilidades y destrezas interculturales e impactan positivamente en su círculo social de acogida. Algunas han iniciado estudios profesionales, otras más reiniciaron prácticas religiosas en templos, practican aficiones artísticas y estrechan lazos con redes sociales locales. Esto dota de sentido su espacio temporal de espera y contribuye a la construcción de significados sociales sobre el lugar del que se apropian de manera paulatina.

Las personas haitianas en movilidad no rompieron sus lazos familiares o de amistad con sus lugares de origen (Svasek, 2002). El uso de los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y TV) aunado al de los nuevos medios y redes sociales que proporciona internet, posibilitan relaciones culturales e identitarias de doble pertenencia, por un lado, al lugar de origen de donde emigraron y por otra parte, al lugar de destino donde viven la espera.

Otro hallazgo relevante es que en su vida cotidiana desarrollan prácticas que tienden a perpetuar su condición de extranjeros, mientras que en otras ocasiones se apropian de la gastronomía mexicana, de la música, de los espacios urbanos, de algunas conmemoraciones y ello contribuye a una redefinición intercultural. En muchos casos, los inmigrantes haitianos han desarrollado, en distintos niveles, un sentido de pertenencia tanto a su país de origen como al territorio de la frontera México-EE-UU. La espera ha dado sentido no sólo al espacio ocupado, sino también a las personas en movilidad y a sus grupos de adscripción (Musset, 2015). Esto reafirma el supuesto inicial de que la movilidad transnacional no es un proceso lineal y que su fluidez no es permanente.

Una limitación de esta investigación está asociada con el número restringido de entrevistas realizadas, de manera particular, a hombres. Esto fue resultado de la técnica bola de nieve, porque los flujos de inmigrantes haitianos entre 2016 y 2019 fueron mayoritariamente de grupos de hombres. Los flujos actuales 2021-2022 han cambiado en sus composiciones, pues, han inmigrado familias enteras, con presencia de mujeres, niñas, niños y adolescentes de manera relevante. Esto delinea una agenda futura en torno a la movilidad forzada transnacional en América Latina y el Caribe. Cobra importancia su estudio sistemático desde una perspectiva que privilegie la explicación de los entrecruzamientos entre el uso de tecnologías de comunicación digital, la construcción simbólica de territorios de espera y prácticas de vida cotidiana de familias enteras, con el objetivo de construir conocimiento que eventualmente apoye el diseño de políticas públicas en esta materia.