La experiencia de narración oral: un espacio para profundizar procesos identitarios con perspectivas de género en el CEM UCV Expérience de narration orale: un espace pour approfondir des processus identitaires dans une perspective de genre au sein du CEM UCV

Isabel Zerpa A. 

https://doi.org/10.25965/dire.332

Presentación de algunos avances sobre el desarrollo de una experiencia pedagógica, realizada en el entorno de una investigación, con perspectivas de género, a partir de la creación de varias asignaturas electivas, incorporada al Programa de Cooperación Inter facultades (PCI) de la Universidad Central de Venezuela y donde ha nacido el grupo de narrador@s orales Las Hijas e hijos de Artemisa del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV). La investigación que se lleva a cabo constituye un aporte al estudio de la narración oral en Venezuela y a la creación de un espacio de animación sociocultural significativo en el desarrollo humano de nuestro país, lo que nos permitirá, a mediano plazo, conocer e intercambiar con otras experiencias de América Latina.

Présentation de quelques-unes des avancées relatives au déroulement d’une expérience pédagogique menée dans le cadre d’une recherche genrée. Il s’agit de la création d’un certain nombre de disciplines intégrées au Programme de Coopération Inter Facultés (PCI) de l’Université Centrale du Venezuela (UCV) d’où est issu le groupe de narratrices et de narrateurs  oraux, Les Filles et les Fils D’Artémise du Centre d’Études sur les Femmes (CEM) de la UCV.La recherche qui est réalisée constitue un apport essentiel à l’étude de la narration orale au Venezuela et à la création d’un espace d’animation socio- culturelle  significatif au regard du développement humain au Venezuela et en Amérique latine.

Texte intégral

El tiempo humano es un tiempo narrado
Paul Ricoeur

“… Aceptándonos como mujeres, como seres y  entes duales, perecibles, y  a la vez, eternas y dueñas de las palabras, nos identificamos entonces como Hijas de Artemisa, hijas de la diosa de la caza, de la castidad, de la luna… Vinculadas  profundamente con la naturaleza y con la unidad interior… Hijas activas, con enorme poder de concentración y con  gran memoria, exploradoras de nuevos territorios… Hijas que siguen sus sueños, competidoras, perseverantes, independientes, de voluntad, con  gran sororidad. Así, creadoras y contadoras de cuentos…
Hortensia Barrios

La narrativa es parte esencial de la vida y de la historia y la educación está inmersa y, al mismo tiempo, es generadora de estos procesos; mejor dicho, corrijo: la educación está inmersa en la historia, donde están presentes todos los acontecimientos y procesos que vive la humanidad; pero... ¿la vida?... ¿La educación siempre es generadora de vida?... Corrijo nuevamente: la educación siempre debería generar vida; me refiero particularmente a la educación formal…Nos afanamos tanto y muy responsablemente en cumplir nuestros objetivos instruccionales, en dar los contenidos necesarios, en planificar nuestras clases y evaluar a nuestros estudiantes y, sin darnos cuenta, vamos dejando a un lado, lo que quizás sea lo mas importante, como es dar vida a estos procesos, llenar de sentido a la experiencia educativa desarrollada en las aulas de clases, en los contextos educativos institucionales; buena parte de esta vida y de este sentido está centrada en los procesos comunicativos, en el hecho sencillo y concreto de contar, de narrar nuestras experiencias, de contar nuestros descubrimientos, de relatar nuestras inquietudes, nuestras reflexiones y críticas, en ese fluir diario de contacto con el conocimiento, con las estrategias, en ese quehacer interactivo entre alumnas, alumnos y docentes en los diversos procesos de enseñanza y de aprendizaje. Es decir, la  experiencia educativa, debe ser un espacio para el desarrollo, el crecimiento de los seres humanos, de los niños, niñas, mujeres y hombres que forman parte de ella; para el conocimiento y transformación de la realidad, para la valoración y la reflexión en torno a lo cotidiano, y en estos procesos, la experiencia narrativa oral cumple un papel  esencial que va más allá del tiempo y del espacio académicos.

Diariamente, los seres humanos, relatamos acontecimientos, anécdotas, experiencias, situaciones, que nos ocurren en diferentes contextos socioculturales, en diversos momentos  de la vida, y que forman parte del ámbito de la educación informal, de la educación permanente, donde tenemos especiales aprendizajes significativos y muy pocas veces los llevamos a las aulas de clases, donde utilizamos las palabras para llenar de información a nuestros alumnos y alumnas; pero pocas veces llenamos de sentido, tal como lo afirmara Luz Marina Suaza Vargas (1994) en un texto que nos invita a pensar en nuestra práctica comunicativa como docentes, titulado La Domesticación Educativa:

“Rodeados de palabras, aprisionados por palabras se encuentran los niños (as) en los salones. Palabras que ordenan, palabras que dicen, palabras que apenan. Palabras que saben, palabras que piensan, palabras que gritan, palabras que esperan. Rodeados de palabras y la vida transcurre afuera” (p.44).

Sirvan estas afirmaciones dirigidas en principio a maestras y maestros, para una reflexión en torno a lo que considero una necesidad urgente de atender en la Educación Superior: la necesidad de rescatar la palabra en el aula y vincularla con el entorno cotidiano de la realidad de estudiantes y docentes. En nuestro caso, vincular esta palabra, con la realidad cotidiana de la experiencia educativa, implica entre otras cosas, una reflexión en torno a la incorporación de la narración oral con perspectivas de género para desarrollar procesos de visibilización de la participación de las mujeres, para el análisis crítico de la literatura infantil y romper con los estereotipos de los cuentos clásicos tradicionales; y, también, vincular  la experiencia de contar cuentos con un quehacer que va más allá de aplicar una técnica específica de narración oral escénica, estableciendo contacto con la realidad, como diría Paulo Freire, “estableciendo  la relación con la palabra mundo”.

Es necesario retomar la palabra como un vehículo para el acercamiento y la valoración; un camino a recorrer para la creatividad y la convivencia, para promover una experiencia de equidad en todos los sentidos, tomando en cuenta esta palabra, para profundizar en el lenguaje inclusivo y no sexista, visibilizando a niñas y niños, a mujeres y hombres, desarrollando procesos constructivos, haciendo una puesta en común de interrelaciones de seres humanos, en medio de sus semejanzas y de sus diferencias, asimismo, en medio de las diferentes ficciones del yo, en los diferentes procesos y experiencias  donde cotidianamente nuestras subjetividades nos acercan, nos  diferencian y nos identifican personal y socioculturalmente.

Es necesario resaltar la importancia del mundo de las palabras que narran, de las palabras que dicen, de las palabras inquietas que preguntan, de las palabras soñadoras que cuentan, que recrean el mundo; de las palabras reflexivas que se pronuncian, que se escriben y registran la experiencia diaria de la vida en el aula y van más allá de la  vida escolar, de las palabras que nos hablan de género como una construcción sociocultural y nos permiten reflexionar en torno a otros términos y experiencias de igualdad, de equidad y de justicia social, de estas palabras que cuentan, que narran día a día y nos permiten evidenciar nuestras semejanzas y nuestras diferencias y nos permiten abrir espacios, unas veces para disentir y otras veces, para convivir en una experiencia multicultural.

Justo allí, en estos ámbitos, la experiencia narrativa va cobrando vida; va extendiendo sus dimensiones, adquiere fuerza, color, aromas, texturas, y se va amalgamando en ese proceso cotidiano de construcción y deconstrucción de las realidades rutinarias, educativas, creativas, en los contextos donde estamos inmersos los seres humanos, las ciudadanas y los ciudadanos del mundo, de esta casa grande que es nuestro planeta tierra, donde las acciones de hablar y de escuchar, la conversación en sí misma, adquieren una relevancia particularmente significativa y en el caso que nos ocupa, la narración oral, como una alternativa para el desarrollo de una experiencia educativa con perspectivas de género, nos hablan de un sentir, de un hablar y un escuchar muy particulares, que nos convocan al desarrollo del lenguaje inclusivo, a compartir reflexiones en torno a experiencias narrativas y testimoniales de mujeres y hombres,  nos mueven a compartir diferentes visiones del mundo, ficciones del yo y realidades cotidianas.

En esta reflexión, haré hincapié especialmente en la experiencia  llevada a cabo en el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela, a partir de la creación del Grupo de Narración Oral Las Hijas eHijos de Artemisa, en el entorno de un contexto donde desarrollamos actividades de investigación, docencia y extensión universitaria. Este grupo de narración oral, surge en el contexto del desarrollo de una línea de investigación que denominamos Género, Narrativa Oral y Experiencia Educativa y donde creamos varias asignaturas electivas que nos han permitido un proceso de acercamiento, pleno de significados, donde sus participantes  han encontrado un espacio para profundizar en las perspectivas de género, descubriendo la narración oral como un fenómeno dinámico de animación sociocultural, pero previamente les ha permitido desarrollar un proceso de interiorización, de encuentro consigo mismas y consigo mismos, iniciando la experiencia por un relato de su propia vida, pasando  luego a conocer la narración oral tradicional, acercándose progresivamente a la narración oral como un oficio artístico, aplicando, posteriormente, las técnicas de la narración  oral  para contar escénicamente y desarrollar una experiencia educativa con enfoque de género.

Hacia un encuentro pedagógico narrativo con perspectivas de género:

Las actividades realizadas tanto en las asignaturas electivas, como en los encuentros de animación cultural y participación comunitaria que han realizado las Hijas e hijos deArtemisa, se incluyen en el contexto de la Pedagogía Participativa, definida por Ezequiel Ander Egg (1981), como una experiencia que tiene por finalidad actuar en diferentes ámbitos de desarrollo de la calidad de la vida, con el fin de promover la participación de la gente en su propio desarrollo cultural, creando espacios para la comunicación  interpersonal y al igual que nos refiere Freire (2007),  en sus Cartas para quien pretende enseñar, nos interesa la importancia de hablar al educando, educanda, a hablarle a él / ella; de hablar con él y con ella; de oír  a los educandos y educandas y a ser oídos, oídas por ellos y ellas,estableciendo una relación entre la palabra – mundo,  partiendo de la realidad, del conocimiento y reflexión crítica del contexto.

“… si la opción de la educadora/educador, es la democrática y la distancia entre su discurso y su práctica viene siendo cada vez menor, en su vida escolar cotidiana, que siempre se somete a su análisis crítico, vive la difícil, pero posible y placentera experiencia de hablarle a los educandos y educandas. Ella/él sabe que no sólo el diálogo de los contenidos a enseñar, sino el diálogo sobre la vida misma, si es verdadero, no sólo es válido desde el punto de vista de enseñar, sino que también es creador de un ambiente abierto y libre dentro del seno de la clase... Hablar a y con los educandos, educandas, es una forma altamente positiva que la maestra democrática, tiene de dar dentro de la escuela, su contribución a la formación de ciudadanos y ciudadanas responsables y críticos…  (Freire 2007: 99)

Centrándonos en esta experiencia donde rescatamos la comunicación y la experiencia  narrativa en el entorno pedagógico, incorporamos la perspectiva de género en todas las acciones desarrolladas por el grupo de narración oral Las Hijas e Hijos de Artemisa. En este sentido, nos parece importante destacar que nos hemos centrado en los aportes de Susana Gamba (2008) en torno a las perspectivas de género, las cuales vinculan directamente con los roles, identidades y valores que son atribuidos a mujeres y hombres, que son internalizados en los procesos de socialización. Tomaré de la autora, sólo algunas dimensiones y características:

  • Es una construcción de carácter social e histórico (por lo que puede variar de una sociedad a otra y de una época a otra). Las hijas e hijos de Artemisa están inmersos en un proceso de larga data en un contexto universal, regional y nacional y forman parte de la generación contemporánea de narradoras y narradores orales en Venezuela, con objetivos específicos: promover a través de la experiencia narrativa oral, relatos significativos para la visibilización de las mujeres, temáticas de equidad de género y acompañar el estudio de la participación de las mujeres en el desarrollo de la narración oral en Venezuela.

  • Es una relación social (porque descubre las normas que determinan las relaciones entre mujeres y varones). Dadas las características de la experiencia, relacionada con el arte milenario de narrar, nos vincula con una manera de ser, de sentir y de contar historias y de cómo contar estas historias, lo que nos lleva al estudio de la narración oral y de la participación de mujeres y hombres y a las maneras de asumir este oficio artístico, tan antiguo como la sociedad misma, en diferentes momentos y ámbitos de la humanidad, además de acercarnos a la reflexión crítica de lo que representa entrar en relación, a partir de la pertenencia a un grupo de narradoras y narradores orales en diferentes contextos socioculturales.

  • Es transversal (porque no están aisladas, sino que atraviesan todo el entramado social, articulándose con otros factores como la edad, estado civil, etnia, educación, clase social). En el entorno de los hijos e hijas de Artemisa, al conformar el grupo y al desarrollar las actividades, el enfoque de género se integra en todas sus dimensiones. Procuramos que el mismo se convierta en un eje transversal,  tanto en la acción pedagógica, como en la investigación, al igual que en las actividades de extensión, en el trabajo comunitario que desarrollamos.

  • Es una propuesta de inclusión (porque las problemáticas que se derivan de las relaciones de género sólo podrán encontrar solución en tanto incluyan cambios en las mujeres y también en los varones). Se ha convertido en un eje fundamental en el desarrollo de la experiencia del grupo de narrador@s orales del CEM UCV; esto lo vamos aplicando en las actividades desarrolladas en las comunidades, en las presentaciones públicas, para dar a conocer relatos que contribuyan a prevenir la violencia de género, que visibilicen la participación y logros de las mujeres, relatos que permitan romper los estereotipos de la literatura infantil tradicional y que abran procesos para la reflexión de mujeres y hombres y generen proceso de aprendizajes significativos que conlleven a la reflexión crítica y al cambio de actitudes.

  • Es una búsqueda de equidad que sólo será posible si las mujeres conquistan el ejercicio del poder en su sentido más amplio (como poder crear, poder saber, poder dirigir, poder disfrutar, poder elegir, ser elegida, etc.). Equidad que buscamos en todos los procesos de participación, en la selección de los relatos, a la hora de hacer la puesta en común de los textos a narrar y después de las presentaciones, en el entorno de las asignaturas electivas, vinculándonos con ese poder crear en laconstrucción y narración oral de los relatos, poder elegir y ser elegidas y elegidos en las presentaciones, disfrutando la experiencia de la narración oral, como cuando hacemos y recibimos un regalo que nos llena a plenitud y donde generamos interesantes procesos para la promoción de la cultura de la paz. Esta búsqueda de  equidad, tratamos de desarrollarla también en las evaluaciones y reflexiones críticas de todas las experiencias.

Hijas e Hijos de Artemisa recorriendo distintos caminos…

Importante es resaltar que el grupo de Hijas e Hijos de Artemisa no podemos relacionarlo solamente con una experiencia de Animación Sociocultural que también lo es, pero además forma parte de una experiencia académica incorporada al Programa de Cooperación Inter-Facultades (PCI) donde nos integramos a las tres áreas  fundamentales de la vida universitaria: la investigación, la docencia y la  extensión. Este grupo de narración oralsurge en el entorno del desarrollo de un proyecto de investigación: Aportes para una historia de la participación de las mujeres en el desarrollo de la Narración Oral en Venezuela. Se trata de un estudio sobre la relevancia de la participación de las mujeres en la narración oral escénica y en otras experiencias narrativas orales desarrolladas en diversos espacios socioculturales y educativos de Venezuela, con miras a presentar algunos aportes para construir una historia de la narración oral con perspectivas de género.

Más allá de la producción escrita y literaria, nos vamos deteniendo especialmente en la participación e incorporación de las mujeres como narradoras orales, bien sea en experiencias de desarrollo individual como narradoras orales escénicas, artistas  profesionales,  o como integrantes de grupos de narración oral, incluidos en los movimientos de narración oral escénica en Venezuela, que hayan mantenido una actividad permanente, o bien, narradoras orales, que no hayan formado parte del movimiento de narración oral escénica, e igualmente, sean reconocidas en diferentes comunidades por su experiencia como narradoras, o “cuenteras” en distintos contextos geográficos y socioculturales, que forman parte de un conglomerado anónimo donde no han sido reconocidas como narradoras.

Tratamos de construir la historia de la narración oral escénica en Venezuela, haciendo hincapié en los aportes de las mujeres a la narrativa oral tradicional y al movimiento artístico de narración oral escénica, considerando en ella, la presencia y desarrollo de relatos orales de la literatura popular de tradición oral, de la literatura escrita, de la experiencia testimonial y otras expresiones narrativas donde las mujeres como creadoras y narradoras, asumen roles protagónicos en la construcción de la cotidianidad, en la creación y recreación de la vida, a partir de la palabras narradas en voz alta, contadas en las tradiciones orales, pero también actualizadas en la cotidianidad, a la luz de los nuevos signos culturales de nuestros tiempos, en diversos procesos socioculturales, en la literatura oral, en el fluir de un sentir, de un quehacer, de un ciclo de retos y logros,  donde las mujeres toman la palabra, en el entorno de lo tradicional y en la narración oral escénica en Venezuela, a través del ejercicio cotidiano de contar y narrar en diferentes entornos, experiencias, modalidades y niveles educativos, o bien, en el ejercicio del arte de narrar en voz alta, asumiendo esta experiencia como un oficio artístico, o en la elaboración y desarrollo de experiencias testimoniales, en diversos entornos culturales.

En el desarrollo de esta investigación hemos creado las siguientes asignaturas electivas:

  • Seminario: Aportes de las mujeres al desarrollo de la narración oralen Venezuela donde nos centramos en el estudio de la importancia de la participación de las mujeres en el desarrollo de la experiencia de la narración oral escénica, comenzando por la contextualización de la experiencia en América Latina y centrándonos en la experiencia desarrollada en Venezuela. En este seminario participaron estudiantes de la Escuela de Derecho, de la Escuela de educación y de la Escuela de Sociología. Además de la investigación documental, se realizó un arqueo inicial para conocer los grupos de narradoras y narradores orales que han tenido una actividad permanente en la ciudad de Caracas; se realizaron entrevistas a dos de las narradoras de larga trayectoria: Cristina Molinati del Banco del Libro de Caracas y Gladis Parentelli, eco feminista, fundadora del Grupo de narradores orales AVEDINO, pionero en el Movimiento de narración Oral en Venezuela. Actualmente seguimos trabajando con distintas narradora en la ciudad de Caracas.

  • Género, Narrativa Oral y Experiencia Educativa: Experiencia donde nace el grupo de Narradores orales del Centro de Estudios de la  Mujer CEM UCV Las Hijas e Hijos de Artemisa. Las y los participantes de esta asignatura, son en su mayoría pertenecientes a la Escuela de Educación, de las menciones de Educación Preescolar y de Proyectos Educativos, también participaron: una estudiante de la Escuela de Ingeniería Mecánica, seis estudiantes de Comunicación Social y algun@s estudiantes de Estudios Internacionales. En esta experiencia, además de abordar el concepto de género como una experiencia de construcción sociocultural, los y las participantes se relacionan con la importancia de la narrativa oral en el entorno educativo y abordan la técnica de la narración oral escénica, desarrollando una reflexión crítica en la asignatura, que culmina con el abordaje del género epistolar, con la elaboración de una carta donde se evalúa el proceso de aprendizaje, sobre el intercambio de saberes, además de realizar una presentación pública de narración oral escénica, incorporados ya  como Las Hijas e Hijos de Artemisa.

  • Técnicas de narración oral para una experiencia educativa con enfoque de género: en esta experiencia hemos tenido la oportunidad de continuar con la línea de trabajo iniciada en asignaturas anteriores, con la participación de estudiantes de la Escuela de Educación, vinculadas con las menciones de Educación Preescolar, estudiantes de Comunicación Social, de Trabajo Social, de Estudios Internacionales, de Sociología y algunos seminaristas libres, educadoras de calle, algunas estudiantes de la Maestría de Estudios de Género de la UCV. Una vez recorrido el camino de la reflexión en torno a la narración oral, el conocimiento y la aplicación de las técnicas para contar cuentos, una vez conocida la importancia de la narración oral como oficio artístico, nos detenemos en él como una estrategia, una alternativa para promover la equidad de género y la visibilización de las mujeres, entonces la experiencia de contar historias, va adquiriendo otros matices que nos ponen en contacto con nosotros y nosotras mismas y nos ponen en relación con l@s  otr@s.

Narrándonos: En un proceso identitario, de asombros y descubrimientos

“… Unas veces la palabra es un juego y otras, un fuego.
Unas veces murmura y otras grita.
A veces calla y a veces canta, pero siempre baila.
Baila en el pecho y en los ojos, chisporrotea en la mirada del otro,
de la otra.
Recorre los rincones interiores hasta no poder más, y brota.
Y cuando brota busca compañía, calor, complicidad y trato.
Tratar con la palabra es una fiesta.
Festejar la palabra es rendirnos al fuego, acompañándonos
”.
Estrella Ortiz

En el infinito universo de la experiencia creativa, de la experiencia artística, nos sumergimos  en otro mundo infinito, en el de las ficciones del yo, donde construimos y deconstruimos nuestra intimidad. En este universo habitan nuestras búsquedas y en éste, recorremos diferentes caminos para escudriñar en el sentido de la vida, para reafirmarnos, o negarnos, para hacer sentir nuestra voz, para ser nosotros o nosotras mismas...

Uno de los caminos donde nos hemos detenido en esta búsqueda, es el de la experiencia narrativa, particularmente, el de la narración oral: en la conversación cotidiana, en el intercambio que establecemos al comunicarnos, al entrar en relación con los otros, con las otras, partiendo de nuestra propia introspección, porque contarhistorias, es entre otras cosas, hacer una puesta en común de un relato; pero antes de llegar a este proceso de interacción comunicativa, antes de entrar en relación, los cuentos, como afirma Lily Meier (2007),  “ pasan primero por el horno del alma”, pasan por un recorrido interior en nuestra subjetividad, en nuestra manera de concebir el mundo, en nuestra manera de asumir y de enfrentar la vida, en nuestra manera de sentir, de ser hombres o mujeres, de sentir, de asumir nuestra propia identidad.

Es así como esa voz silenciosa que nos habla en ese primer nivel de comunicación  intrapersonal, cobra cuerpo, textura, sonido, en el momento que narramos oralmente y esa voz se llena de vida, de matices, cuando presentamos nuestros testimonios, cuando narramos oralmente, una historia de autor o de autora, o un relato recopilado en el entorno de la cultura popular de tradición oral, o bien un relato creado por nosotras o nosotros mismos.

Almudena Mateos e Itxaso Sacian Villanueva, en su hermoso trabajo Contar cuentos cuenta, en femenino y en masculino, nos dicen: “…Los cuentos son vida y tienen vida propia; lo único necesario para sentirla es una apertura desde la confianza en que las palabras tienen siempre algo por descubrirte…” (2006:11).

Hablar de la experiencia vivida por Las Hijas e Hijos de Artemisa, es hablar, en principio, de una experiencia humana, una experiencia que nos ha arropado en una inquietante búsqueda, donde nos hemos reunido en torno al fuego, acariciando nuestros asombros, enfrentando con firmeza como profesoras, como alumnos y alumnas,  nuestros descubrimientos, en un universo, donde la perspectiva de género es el eje transversal que atraviesa todos los caminos recorridos. Estos asombros  surgen en medio de un dar cuenta dede un darnos cuenta, de darse cuenta de… contando y contándonos a nosotros y a nosotras mismas, en principio, sobre la necesidad de hablar y de ser escuchadas y escuchados, sobre la importancia de contar y de hacer una puesta en común de nuestras historias, mediados por la palabra y la gestualidad, bien sea en el entorno de la narración oral tradicional o en el entorno de la narración oral escénica.

Por ambas nos hemos paseado, partiendo desde el asombro que nos produce el tomar conciencia de nuestro potencial como narradoras y narradores al presentar nuestros testimonios, nuestros relatos de vida, los cuales vamos abordando en la realización de diferentes actividades, vinculadas, en un primer momento, con los contenidos y estrategias desarrolladas en las diferentes asignaturas electivas, abriendo espacios significativos para el intercambio de saberes y de vivencias personales y colectivas, donde hacemos una puesta en común, a través de la experiencia narrativa, abordando desde el género testimonial, la narración de relatos de vida de cada uno de las y los participantes, pasando por el conocimiento de la narración oral tradicional y deteniéndonos especialmente en el estudio y en las técnicas de la narración oral escénica, abordándola bajo el enfoque de género.

Hemos iniciado el desarrollo del proyecto, centrándonos en el estudio de la participación de las mujeres en la narración oral en la ciudad de Caracas, considerando no sólo la experiencia centrada en la narración oral escénica, como un oficio artístico que requiere de procesos formativos y profundización de la técnica en el arte de contar cuentos, sino tomando en cuenta también, a las narradoras populares que hacen de la narrativa, parte de su vida cotidiana. Asimismo, nos hemos detenido, en el abordaje de la experiencia narrativa en su carácter testimonial, con miras a desarrollar algunos aportes para una historia de la participación de las mujeres en la narración oral en Venezuela. En este proceso, las integrantes del grupo no sólo narran historias, sino que progresivamente se van convirtiendo en co investigadoras, apoyando esta línea de investigación que desarrollamos desde el CEM UCV.

Por otra parte, es necesario destacar que en el entorno de la asignatura electiva Técnicas de Narración Oral para el desarrollo de una experiencia educativa con enfoquede género, esdonde nos acercamos más profundamente en entornos narrativos y artísticos, y donde nos sumergimos  en otro mundo infinito: en el universo de las ficciones del yo, donde construimos y de-construimos nuestra intimidad, donde habitan nuestras búsquedas, nuestras identidades. Según Loureiro,

“El yo se construye como respuesta  al otro y como responsabilidad hacia el otro. Esa responsabilidad precede al yo y constituye la estructura fundamental de la subjetividad” (2010: 25).

En este resurgimiento de esta expresiva manifestación de cultura popular y la ploriferación de narradores y narradoras orales y de grupos de narración oral escénica, hay una vuelta a los orígenes de nuestra identidad y un contacto muy especial con nuestra subjetividad. Aunque esta experiencia forme parte del dominio público de procesos interactivos de diferentes grupos, en todo el proceso previo a la presentación de los relatos, antes de llegar a la narración oral escénica, se produce un proceso individual,  necesario de revalorizar, porque es relevante y significativo en el entorno de nuestra subjetividad y de lo que construimos en el montaje de una historia  que narraremos en público escénicamente. Importante es, también, considerar la movilización interior que nos produce la narración de un cuento, el escuchar un cuento, narrado por una mujer que se adueña de una historia y la regala a viva voz a sus espectadores. Clarissa Pinkola Estés en su libro Mujeres que corren con los lobos (2006), nos refiere lo siguiente:

“…Una narradora en estado de trance invoca al duende, el viento que sopla sobre el rostro de los oyentes y les infunde espíritu. Una narradora en estado de trance aprende a desdoblarse psíquicamente a través de la práctica meditativa de un relato, es decir, aprendiendo a abrir puertas psíquicas y rendijas del ego para permitir que hable una voz más antigua que las piedras. Una vez hecho esto, el relato puede seguir cualquier camino, se puede cambiar de arriba  abajo, llenar de gachas de avena y destinarlo al festín de un menesteroso, colmar de oro, o puede seguir al oyente hasta el siguiente mundo…” (Pinkola Estés, 2000:39)

A través  de las asignaturas electivas y de la experiencia del grupo de narración oral nos vamos sumergiendo progresivamente en ese universo de nuestros asombros y descubrimientos:

  • Estos asombros surgen en medio de un Dar cuenta deDe un darse cuenta deDarnos  cuenta de…  contando y contándonos a nosotros y a nosotras mismas…

  • En un dar cuenta de… un relato de vida, una anécdota, un testimonio… un cuento, muchos cuentos… asumiendo la aventura de hablar y de oír, a través de relatos donde abordamos temas que en contextos formales, quizás no nos atrevemos a plantear directamente, vinculados con el quehacer y sentir común de mujeres y hombres, abordando autoras y autores que escriben relatos femeninos y feministas, conociendo  testimonios de mujeres  que hablan de sus experiencias de vida donde abordan la violencia de género, sus luchas por sus derechos, sus logros sociales y políticos, sus historias de amor y de desamor. En este dar cuenta, participantes mujeres y hombres cuentan sus relatos de vida, surgen los conceptos de solidaridad y de sororidad en un espacio para la participación, la equidad de género y para compartir nuestras diferencias.

  • En un darse cuentade… la importancia de la narración oral escénica y de asumirla con perspectivas de género, rompiendo con los estereotipos de la literatura infantil; descubriendo nuestras potencialidades como narradoras y narradores, asombrándonos ante la posibilidad de vencer el temor escénico y sumar subjetividades, en la integración de las ficciones del yo de quienes forman parte de las experiencias de las asignaturas electivas y de las y los integrantes del grupo de narración oral.

  • Dándonos cuentade un intercambio de saberes centrados en la experiencia de narración oral escénica, descubriendo las posibilidades que nos ofrecen la literatura escrita, las literaturas orales, los relatos autobiográficos; en una puesta en común, promoviendo los aportes y la visibilización de las mujeres en la experiencia de la narrativa oral. Este es el espacio para la puesta en común, el intercambio de las subjetividades, para confrontar nuestras propias experiencias y ponernos en el lugar de las otras, de los otros, descubriendo la importancia de la narración oral y del enfoque de género, como un amplio universo para explorar la vida y desarrollar procesos para la inclusión, en términos de solidaridad y de sororidad, lo que logramos en todo el proceso de la experiencia y lo profundizamos en la culminación de las asignaturas electivas, donde desarrollamos el género epistolar y realizamos un intercambio de cartas, como un intercambio de regalos, donde participantes y profesoras evalúan la experiencia, compartiendo saberes y aprendizajes, asombros y descubrimientos, buscando lo común, compartiendo las diferencias, caminando hacia un proceso de identificación en la narración oral escénica y en las perspectivas de género.

¿Cómo nacen y crecen Las Hijas e Hijos de Artemisa?...

En el calor de una experiencia donde poco a poco van compartiendo saberes:

  • En primer lugar descubriendo la narración oral tradicional, como una experiencia comunicativa, milenaria y cargada de afectividad.

  • Conociendo la narración oral escénica como un oficio artístico.

  • A sabiendas de la importancia de enamorarse de una historia para poder contarla a viva voz y escénicamente.

  • Decantando progresivamente, a partir del conocimiento de género, el tipo de relatos que queremos promover para intentar romper con los estereotipos que se han establecido socioculturalmente en la literatura universal, muy particularmente en la denominada literatura infantil.

  • Partiendo de sus propios relatos de vida.

  • Compartiendo los relatos preparados con el grupo.

  • Asumiendo todo lo que hay que enriquecer y mejorar…

  • Haciendo una puesta en común de la experiencia, a través del intercambio de opiniones, emociones y sugerencias, durante varias rondas, hasta llegar a la presentación  con un público diferente al de sus compañeros y compañeras de clase.

  • Fortaleciendo conocimientos, almas y espíritus para seguir contando, para promover historias y cuentos que visibilicen a las mujeres y fortalezcan la equidad de género, pero también promoviendo valores para la convivencia, para la alegría, para la promoción de los derechos humanos y de la cultura de la paz.

En un proceso de búsqueda y de relación que se profundiza…

La narrativa oral es una experiencia de vida, de animación  sociocultural y al mismo tiempo, una estrategia para la investigación educativa. A través de esta experiencia  iniciamos y cerramos el primer momento de una investigación que nos acerca al estudio de la narrativa oral con perspectivas de género y que nos ha permitido generar una experiencia educativa innovadora, así como también el desarrollo de un conjunto de actividades de extensión en el ámbito de la ciudad universitaria y en otros contextos educativos y culturales, a partir de la creación del grupo de narradoras y narradores orales Hijas e Hijos de Artemisa.

“… Quisiera rescatar una reflexión importante, aunque nuestros estudios estuvieron enfocados en la mujer, no quedó nunca de lado, la perspectiva masculina, como por ejemplo, al conversar también sobre “la nueva masculinidad…” (Alexis Abreu, Hijo de  Artemisa)

“… Conforme pasaban las semanas, aprendí significados, teorías y conocí puntos de vista que antes no me había planteado, como por ejemplo la palabra sororidad, diferencias entre equidad e igualdad de género… lo que ha sido más importante para mí, estudiar la nueva masculinidad, así como a la mujer se le han negado derechos, el hombre también ha sido marginado en otros aspectos…Pero lo más valioso es que aprendí a contar cuentos y lo maravilloso que se siente…” (Adriana Buitriago, Hija de Artemisa)

Hemos explorado áreas fundamentales: motivación por los estudios de género y de la narrativa oral, generada en estudiantes de diferentes escuelas y facultades a través de la experiencia de la asignatura electiva Género, Narrativa Oral y Experiencia Educativa, donde nació el Grupo de Narradores Orales Las Hijas e Hijos de Artemisa, en el  contexto del PCI, en el Centro de Estudios de la Mujer (CEM-UCV). Hemos realizado una búsqueda documental sobre diversos temas vinculados con la narrativa oral y las perspectivas de género; experiencias de mujeres narradoras y de grupos de narración oral escénica.

Se desarrolla una reflexión crítica sobre el papel de la mujer en la experiencia narrativa de la vida cotidiana y en el rescate de la palabra, en diferentes contextos educativos y socioculturales, proponiendo un enfoque integrador de los aspectos fundamentales de la relación: Mujer-Educación - Experiencia Narrativa, en fin, fusionando en este recorrido las tres áreas fundamentales de la vida universitaria: la docencia, la investigación y la extensión. Para culminar, quiero resaltar las palabras de la narradora oral y ecofeminista Gladis Parentelli:

“… La narración en voz baja. Un silencio general la acoge. No da lugar a carcajadas,  apenas  a sonrisas o a gestos de asombro,  aprobación o incredulidad. Hay una interacción visual permanente entre el narrador de turno y los demás. La misma dinámica, la misma interacción, la misma magia, la vi nacer otras veces, en medio del calor  del  verano, cuando se descansaba del trabajo  de la cosecha: cuando el narrador hacía una pausa para beber el mate amargo, nadie rompía el silencio; lo mismo cuando detenía el ademán para cambiar la pisada de la bombilla cuando el mate había perdido su mejor sabor…Tendida en la hierba, en el Jardín Botánico, observo los pájaros parados en una rama. El pájaro está allí, atrapa insectos, come gusanos. De repente, comienza a cantar, está sereno, sin miedo escénico, parece muy seguro de su dignidad, de lo que hace. Al verlo, pienso en tantos narradores y narradoras que me han regalado su arte.” (Parentelli, 2009:2)

Nosotras y nosotros, también nos sumamos a este agradecimiento a la vida, a la experiencia prodigiosa de poder contar cotidianamente, de narrar oral y escénicamente con perspectivas de género y de llevar a las aulas de la Educación Superior, una inquietud, un sueño, una pregunta que cuenta y nos integra en una actitud sororal, en nuestras búsquedas como profesoras/es y estudiantes universitarios, así como también, en un espacio que poco a poco, vamos construyendo para el intercambio de subjetividades, para el respeto y la valoración de las diferencias y en otras ocasiones para la reflexión y el cuestionamiento en torno a situaciones muy particulares como  la violencia de género, la homofobia, las discriminaciones de todo tipo.

Es un proceso, quizás lento, pues los temas y las experiencias lo ameritan, en donde intentamos profundizar en ese contexto identitario, donde cada día, más que respuestas, encontramos nuevas preguntas que nos acercan a la reflexión de la experiencia cotidiana y nos llevan a la búsqueda no sólo de temas específicos de investigación, también nos mueven a la búsqueda y creación de nuevos relatos y al análisis de los testimonios e historias de vida.

Las líneas que preceden este trabajo, constituyen en principio la contextualización de la experiencia que venimos desarrollando, la sistematización de algunos aspectos específicos de lo que hemos venido desarrollando en las asignaturas electivas y en la participación de Los Hijos e Hijas de Artemisa del Centro de Estudios de la  Mujer CEM-UCV. En  el entorno de esta investigación, actualmente, trabajamos directamente con algunas narradoras orales escénicas que participan y han participado en otros momentos, en el movimiento de narración oral en la ciudad de Caracas.